En su primera respuesta, Alegría afirmó: «Para que no quepa ninguna duda, este Gobierno mantiene la confianza absoluta hacia el fiscal general del Estado. Ustedes saben además que en estos momentos hay una instrucción abierta y, por tanto, hay que respetar que discurran los plazos como corresponde». «No tenemos ninguna duda de que la verdad pondrá las cosas en su sitio y se pondrá por fin empezar a centrarse los delitos fiscales que sí que se han cometido», señaló. Acto seguido, la portavoz trasladó su «preocupación» por que se estén filtrando datos privados de los fiscales y periodistas.
En su segunda respuesta, la también ministra de Educación fue más escueta pero igual de contundente: «Confianza absoluta al fiscal general del Estado. Confianza absoluta». Y en la tercera volvió a explayarse algo más, cuando un periodista le preguntó si no le parecía «sospechoso» que García Ortiz eliminara cualquier rastro: «Puestos a trasladar opinión de cosas que me puedan parecer sospechosas, me parece mucho más sospechoso, por ejemplo, que un presunto defraudador de más de medio millón de euros todavía no haya declarado en este país y no haya dado ninguna explicación a los ciudadanos de este país desde hace aproximadamente un año», aseguró, en alusión a Alberto González Amador. «Y sí que me parece que la Fiscalía cumple con su trabajo y con su Estatuto cuando traslada en una nota informativa la verdad de los hechos y desmiente un bulo», zanjó.