La evolución en España, sin embargo, refleja un importante incremento de 2,9 puntos de PIB (del 35,4 % al 38,3 % del PIB), según constata un estudio elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada . Es decir, en dicho período la evolución de la presión fiscal ha sido 14,5 veces superior en nuestro país que en la media comunitaria.
El incremento de la presión fiscal en España del 35,4% al 38,3% del PIB está asentada en buena parte en la imposición sobre la renta (+1,9 % del PIB) y, dentro de esta, en los impuestos personales (+1,25 % del PIB); sobre todo, consecuencia de la no actualización de la tarifa y las deducciones personales en el IRPF. El estudio también apunta a que los impuestos sobre el consumo han aportado al crecimiento de la recaudación un 0,5 % del PIB, si bien lo han hecho en menor medida que los que giran sobre la renta.
Esta evolución ha reducido el diferencial de presión fiscal en España respecto a la media (ponderada) de la Unión Europea hasta situarla en -2,9 puntos de PIB y -3,6 puntos con la zona euro. La presión fiscal en España, no obstante, es mayor que la media de la UE y la zona euro utilizando la media aritmética (+ 1 y +0,4 % de PIB, respectivamente), advierten desde la Fundación.
El análisis de la diferencia por tipos de ingresos refleja que tres cuartas partes de la menor presión fiscal con la media de la zona euro está localizada en la cotización social del trabajador (-2,7 puntos de PIB).
Le sigue a bastante distancia la que gira sobre el consumo (-1 punto de PIB), una tercera parte de la cual está en el IVA (-0,3 puntos de PIB), y la de los impuestos sobre la renta (1 punto de PIB), con mayor peso en el impuesto sobre los beneficios de las corporaciones (0,6 puntos de PIB). La cuota social del empleador, sin embargo, recauda bastante más de la media de la zona Euro (1,8 puntos de PIB).
Según Fedea, para alcanzar una distribución de la presión fiscal igual a la de los países del euro se necesitaría aumentar la imposición sobre la renta y el consumo, pero, sobre todo, aumentar la cuota social del trabajador reduciendo su salario neto en un 7,3 %. «La distribución de las diferencias por tipos de tributos y de cotizaciones sociales muestra una estructura bastante peculiar del sistema tributario español», ha alertado la Fundación.
Esta situación mejoraría si se aplicarán las recomendaciones del último Comité de expertos en esta materia, con objeto de ampliar las bases imponibles para incrementar la recaudación ayudando a mejorar el crecimiento de la economía española.