Los fondos obtenidos con esta transacción se utilizarán para amortizar los bonos no garantizados (“senior unsecured notes”) con vencimiento en 2025. Los términos y las garantías de estos bonos son significativamente consistentes con la documentación existente en la deuda garantizada de Grifols, incluidas las garantías reales otorgadas y los respectivos garantes», ha explicado la farmacéutica.
Grifols ha precisado que «los bonos no estarán registrados bajo la Securities Act de 1933 de Estados Unidos y no pueden ser ofertados o vendidos en Estados Unidos a no ser que se produjese el correspondiente registro o una exención equivalente a los requisitos de registro».
La empresa también ha indicado que «esta transacción supone un importante hito financiero, subrayando la confianza de los mercados financieros en la solidez del negocio y la resiliencia operativa de Grifols».
Para Grifols, «la estrategia financiera acometida representa un importante paso adelante para abordar los vencimientos de 2025 de la compañía y refuerza el diseño de la estructura financiera a largo plazo».
Grifols ha contado con Osborne Clarke y Proskauer Rose LLP como asesores legales. Deutsche Bank ha sido el agente colocador de la Compañía.
Al mismo tiempo, Grifols ha reiterado que «sigue avanzando hacia el cierre de la venta de un 20% de su participación en Shanghai RAAS al Grupo Haier, por 1.800 millones de dólares estadounidenses».