“Vemos una facilidad enorme para tener liquidez y no tenemos una oferta determinada. Iremos viendo la forma en la que se comporta el mercado y haremos una oferta en función de ello”, ha expresado.
Tras los colapsos de Silicon Valley Bank en Estados Unidos y de Credit Suisse en Europa ante la falta de liquidez para mantener sus operaciones, el nivel de liquidez de los bancos y los depósitos ha pasado estar en el punto de mira. En Europa las entidades ya han empezado a realizar ofertas para captar el ahorro acompañando la subida de tipos de interés, pero en España los grandes bancos se mantienen en la remuneración cero. “No creo que esto ocasione una guerra de depósitos”, ha expresado Grisi al respecto. En ese sentido, el banquero mexicano ha lanzado un mensaje de tranquilidad al explicar que la mayor parte de los depósitos se trata de clientes minoritas que están protegidos por el fondo de garantía de depósitos. Uno de los motivos de la quiebra de Silicon Valley Bank es que la entidad contaba con grandes clientes cuyos depósitos excedían el límite que está protegido por el fondo de garantía de depósitos. Ante una acelerada fuga de estos fondos, la entidad se vio sin margen de maniobra para operar. “El 55% de toda la base de depósitos están garantizados. Y en los clientes minoristas el 80% están protegidos” ha detallado Grisi.
Recurre el impuesto a la banca
Por otro lado, el consejero delegado de Santander ha confirmado que el banco ha recurrido ante la Justicia el impuesto temporal a la banca diseñado por el Gobierno y que las entidades deberán abonar en 2023 y 2024. En este primer trimestre, Santander ha abonado los 224 millones que le corresponden pagar a cargo de todo el año 2022. Ese pago extraordinario ha supuesto que los beneficios apenas hayan aumentado un 1% a pesar de haber logrado su cifra de ganancias más alta de su historia en el primer trimestre. Sin tener en cuenta este pago, Santander habría ganado un 10% más.
La entidad ya venía siendo crítica con el gravamen y de esta forma se une a bancos como Sabadell, Kutxabank, Bankinter o Ibercaja que también han presentado un recurso. Este tributo entró en vigor a finales de 2022. El Ejecutivo diseñó el gravamen argumentando que los bancos obtendrían beneficios extraordinarios durante 2022 y 2023 debido a la continua y acelerada subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. El objetivo del Gobierno es recaudar 3.000 millones de euros entre 2023 y 2024 (1.500 millones cada año que esté en vigor). Para ello, este impuesto grava la suma de margen de intereses y comisiones netas con 4,8% a aquellas entidades que obtuvieron ingresos de más de 800 millones en 2019, año previo a la pandemia y que se toma como referencia de lo que sería un ejercicio normal, sin impactos extraordinarios.
En este contexto la estrategia de Grisi, no es otra que transformar Santander, en «un banco digital con sucursales», con dos grandes prioridades estratégicas: la simplificación y automatización, y las plataformas globales. Grisi acelerará One Transformation, y las iniciativas estratégicas para mejorar las operaciones de los bancos locales del grupo mediante plataformas globales. La clave está en «la identificación de las mejores oportunidades de negocio en el grupo».
También quiere reducir el número de productos (ya se han reducido un 42% en dos años), aunque reconoce que «es un trabajo arduo en cada país», y que éstos sean más sencillos para el usuario. Y automatizar entre el 80% y el 90% de los procesos relacionados con los clientes, para reducir las tareas administrativas y operativas en las sucursales: «en México el 55% del trabajo de la sucursal es resolver incidencias de clientes; en Portugal ya lo hemos bajado al 15%». Y potenciar la omnicanalidad, que «el cliente elija cómo, dónde y cuándo se relaciona con el banco».
Todo esto se concreta en:
• iniciativas globales para crecer los ingresos con multinacionales latinas (+53%) y europeas (+72%);
• la sucursal del futuro, implantando en todo el grupo los procesos digitales en las altas de clientes que existen en México;
• el lanzamiento en nueve países (que suponen el 80% de los clientes del grupo) de un programa de analítica de datos para comprender mejor las prioridades de los clientes
• una app común en Europa (ya está en funcionamiento en España, Portugal y Polonia), que tendrá 16 millones de usuarios una vez se complete su implantación. Esta app será el primer paso para una global Gravity: migración a la ‘nube’. Ya está completada en Reino Unido, y en alrededor del 30% del grupo.
• En cuanto a las plataformas globales, éstas ya aportan el 39% de los ingresos del grupo en el primer trimestre. Y el director financiero, José García Cantera, vaticina que será mayor en los próximos trimestres:
• SCIB (Banca de Inversión y Corporativa): refuerzo de los centros de especialización, y expansión en EEUU. Pero Grisi deja muy claro que «no vamos a cambiar el modelo ni la orientación a clientes, no a mercados».
• WM&I (Gestión de patrimonios, activos y seguros): mejora de la propuesta de valor en Banca Privada, ampliación de la oferta de productos alternativos e institucionales, y proporcionar a los clientes de SCIB productos y servicios de Banca Privada y de Santander AM
• PagoNext: ampliación de la plataforma para comercios
• Auto: desarrollo de soluciones digitales y de alianzas con los fabricantes para desarrollar la financiación de automóviles en Latinoamérica y en EEUU
Para el CEO del Santander, «hay que lograr la convergencia máxima entre los bancos del grupo sin que éstos `pierdan sus características locales».
Por otra parte, además de confirmar los objetivos para 2023 (crecimiento a doble dígito de los ingresos, ratio de eficiencia del 44-45%, coste del riesgo inferior al 1,2%, ratio de capital de máxima calidad del 12%, rentabilidad del 15), reitera los de 2025, ya formulados en el Investor Day: 12% de ratio de capital de máxima calidad, dividendo del 50% del beneficio (en efectivo y en recompra de acciones), crecimiento a doble dígito del valor y del dividendo por acción, rentabilidad entre el 15% y el 17%.