«Nos sorprendió el tono de Lagarde durante la rueda de prensa, en la que destacó que los tipos de interés oficiales se encontraban en un buen nivel, lo que interpretamos como una sugerencia de que, salvo sorpresas en los datos, realmente querían dar por concluida la fase de recortes», ha enmarcado respecto a la reunión del BCE celebrada la pasada semana.
Con todo, el directivo español ha argumentado que la última hornada de datos macroeconómicos tendría que empujar al BCE a bajar los tipos a partir de ahora: «Por eso seguimos esperando que el BCE recorte los tipos oficiales en septiembre y diciembre, hasta situar el tipo terminal en el 1,5%», ha enlazado.
En esa línea, ha añadido que esta semana el mensaje general ha sido diferente entre muchos portavoces del BCE: «El cambio fue sutil, pero importante; ‘casi’ terminado ha sido un mensaje frecuente, lo que creemos que es coherente con uno o más -pero no muchos- recortes adicionales», ha sostenido. En un plano más amplio, ha considerado en paralelo que el debate ya se ha desplazado para algunos hacia si el déficit de inflación ya incluido en las previsiones podría volverse más persistente.
«Incluso podríamos argumentar que, dada la evolución de la moneda desde la fecha de cierre de las últimas previsiones del BCE, la inflación en 2027 ya no se situaría en el 2%», ha apostillado en un momento de creciente fortaleza del euro ante un dólar a la baja aquejado por la incertidumbre y las guerras comerciales.
De cara la próxima semana, el directivo de la entidad afincado en Madrid ha adelantado que la próxima semana será «ajetreada» para los bancos centrales, ya que, además de la Reserva Federal (Fed), el Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo, el Riksbank y el Banco de Noruega tomarán decisiones.
«Algunos se encuentran en el extremo opuesto del espectro», ha encuadrado para seguidamente desmenuzar que el Banco de Inglaterra s enfrenta a una inflación aún más persistente y unos tipos que siguen en territorio restrictivo, mientras que el Banco Nacional Suizo está a punto de alcanzar los tipos cero y encara la cuestión de si bajar a terreno negativo en el futuro.