La cifra supone un incremento de las retenciones en 4,55 millones con respecto al año pasado, lo que los Técnicos vinculan al aumento de 5 series. De esta manera, el número de premios aumenta en 765.200, hasta los 28.312.400 premios, y el importe de los premios aumenta en 70 millones de euros hasta los 2.590 millones, por lo que el «aguinaldo» para las arcas públicas se incrementa a pesar de que se mantiene el mínimo exento de tributación desde que se incrementó el 1 de enero de 2020 hasta los 40.000 euros.
De cara al Sorteo de Navidad, los técnicos explican que al gravar con el 20% los premios de la Lotería a partir de los 40.000 euros, los afortunados que logren el premio Gordo, que reparte 400.000 euros al décimo, recibirán 328.000 euros, mientras que el fisco se quedará con los 72.000 euros restantes. Los agraciados con el segundo premio –de 125.000 euros por décimo- entregarán 17.000 euros a Hacienda, y a los ganadores del tercer premio -50.000 euros por décimo- se les descontarán 2.000 euros.
Los premios obtenidos por sociedades, fundaciones y asociaciones, principalmente con premios de la Lotería de Navidad, repuntaron en 2022 a los 153,7 millones, el segundo año más alto tras el máximo alcanzado en 2019. Por ello, Gestha insiste en modificar la ley para evitar que las entidades en pérdidas o parcialmente exentas obtengan la devolución de la retención del gravamen del 20%.
Igualmente, los técnicos de Hacienda reclaman que les autoricen a iniciar las investigaciones tributarias y por blanqueo de capitales de los 686,8 millones pagados a las entidades jurídicas por premios de más de 40.000 euros entre 2019 y 2022, no prescritos.
Los técnicos de Hacienda piden al Gobierno que reponga el mínimo exento de los premios de Loterías del Estado o de CCAA, ONCE y Cruz Roja a los primeros 2.500 euros, pues consideran que así se desincentivaría el juego, y no ven ninguna justificación tributaria ni económica para que no tribute una ganancia del azar de 40.000 euros, y en cambio sí tribute una prestación por desempleo o una subvención de 1.000 euros. Y añaden que los premios grandes no tienen ningún impacto en el IRPF de los agraciados, por lo que no les afectan para pedir becas, prestaciones de asistencia u otras ayudas públicas que dependan de los ingresos y no del patrimonio, ya que la cuantía del premio no se incluye en la base del IRPF, aunque sí habría que incluirlo en el Impuesto sobre Patrimonio si el conjunto de su patrimonio neto alcanza el mínimo autonómico para presentarlo.
Finalmente, Gestha insiste en que para reducir el fraude fiscal no hay que aumentar las exenciones, sino combatir la evasión dando mayores competencias y responsabilidades de los técnicos de Hacienda para mejorar el control y la recaudación.