A través de su filial brasileña, Neoenergia, la compañía controlaba el 70% la Central Hidroeléctrica Baixo Iguaçu, ubicada en Paraná. Esta central cuenta con una capacidad instalada de 350 MW y 172 MWm de energía asegurada. «Esta transacción refuerza la estrategia de rotación de activos de Iberdrola enfocada en la optimización del portafolio con creación de valor, disciplina de capital y simplificación de su estructura», ha explicado Iberdrola.
La cotizada ha cerrado recientemente diversas alianzas a largo plazo para acelerar su crecimiento e impulsar la descarbonización de la economía manteniendo su fortaleza financiera, como la entrada de Kansai en el proyecto eólico marino alemán Windanker valorado en 1.280 millones de euros. También cerró el pasado mes de octubre la compra de la británica ENW para seguir expandiéndose en el negocio de redes, con Kansai como socio. En enero de 2023, la compañía firmó con Norges Bank una alianza para coinvertir en renovables que, tras su ampliación, alcanzará los 2.500 MW. Iberdrola cerró en diciembre de 2023 un acuerdo con Masdar para coinvertir hasta 15.000 millones en eólica marina e hidrógeno verde en Alemania, el Reino Unido y EEUU, cuyo primer hito fue el acuerdo anunciado en julio para el parque eólico marino Baltic Eagle, en Alemania.
La compañía también vendió el pasado mes de febrero más de 8.400 MW de ciclos combinados de gas en México por 6.200 millones de dólare y lanzó en marzo de 2023, junto a BP, una empresa conjunta para desplegar 11.700 puntos de carga rápida en España y Portugal. También han constituido una ‘joint venture’ al 50% para desarrollar un proyecto de hidrogeno verde de 25 MW, la mayor planta de España.