A pesar del esperado repunte de las subidas de precios en los próximos meses, Guindos ha subrayado que el BCE considera que el proceso desinflacionario general «continuará en el medio plazo».
En cuanto a la inflación subyacente, cuya estimación preliminar apunta al 4,2% en octubre, el exministro español de Economía ha advertido de que las presiones sobre los precios internos siguen siendo fuertes y están cada vez más impulsadas por las presiones salariales y la evolución de los márgenes de beneficio. De Guindos ha destacado también que el sistema bancario de la zona euro ha sido una fuente de resiliencia durante las recientes turbulencias, mientras que su rentabilidad ha aumentado con las subidas de tipos, si bien comienzan a apreciarse los primeros signos de deterioro en la calidad de activos.
El vicepresidente del BCE ha indicado que, a pesar de los sólidos fundamentos del sector bancario, «llama la atención cuán comprimidas siguen siendo las valoraciones», lo que ha atribuido a preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo de las ganancias de los bancos.
En este sentido, de Guindos ha advertido de que el sector se enfrenta a mayores riesgos a la baja debido a la perspectiva de un deterioro de la calidad de los activos, menores volúmenes de préstamos y mayores costes de financiación. «Si bien los indicadores de calidad de los activos han sido sólidos durante el último año, los primeros signos de deterioro se están volviendo visibles, particularmente en las empresas más pequeñas y en algunos sectores como el inmobiliario comercial».
En este sentido, el vicepresidente del BCE ha señalado que, mientras que la rentabilidad corporativa se ha mantenido bien, las tasas de interés más altas están pesando sobre la capacidad de servicio de la deuda de las empresas más vulnerables.
«Una economía debilitada podría resultar un desafío para las empresas con altos niveles de deuda, ganancias moderadas y bajos índices de cobertura de intereses», ha señalado, subrayando que las empresas inmobiliarias «son particularmente vulnerables» a las pérdidas derivadas de la actual desaceleración de los mercados inmobiliarios comerciales de la zona del euro. De tal modo, si bien la exposición de los bancos a estos mercados es comparativamente baja, las pérdidas en este segmento podrían actuar como un factor amplificador en caso de un ‘shock’ más amplio, ha advertido Guindos, añadiendo que los hogares, especialmente aquellos con ingresos más bajos y en países donde predominan hipotecas variables, se están viendo cada vez más presionados por las subidas de tipos.
Por otro lado, mientras que los diferenciales en los mercados de bonos gubernamentales se han mantenido contenidos, Guindos ha advertido de que los mayores costes de financiación y las políticas fiscales menos prudentes podrían reavivar las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la deuda soberana, particularmente en países donde los niveles de deuda ya son altos.