En ese ambiento resulta difícil admitir que el que gobierna es el gobierno y no sus nuevos socios. Es más, para muchos expertos en política este es el más claro síntoma de que las afirmaciones de Sánchez de que hay gobierno progresista para cuatro años no deja de ser un mensaje para que sus escasas bases no terminen de abandonar las sedes socialistas, abandonen su encargos y cargos y dejen la hasta ahora pequeña actividad política que realizaban por puro agotamiento y excesos de malestar por la corrupción que poco a poco va aflorando en medios, noticiarios y tertulias hasta afectar incluso a las relaciones amistosas con sus convecinos.
Y es que, por lo visto hasta ahora el gobierno no ha sido capaz de frenar o desmentir ninguna de las informaciones de corrupción, es decir, hasta el momento presente la estrategia de Moncloa es que no se hable de la corrupción, y para ello lo mejor es hablar de otras cosas, del estado palestino, de la amnistía, de los presupuesto y así tartar que esa teórica capa de actividad angoste las referencias al escándalo, pero no esta siendo así y cada día que pasa los diarios centran mas y mas sus informaciones en dos personajes el segundo del partido y la mujer del presidente.
Y eso no es casualidad, sino la primera aproximación a una posible especulación que de convertirse en realidad puede ser la muerte del sanchismo, porque las dos personas mas cercanas a su actividad ya s u toma de decisiones puede que estén implicadas en el mayor escándalo de corrupción qué ha afectado a un presidente del Ejecutivo y que de paso arrastre a su gobierno hasta el fondo de la sima de la corrupción.
La situación es lo suficientemente inquietante que la fraseología monclovita ya no basta. Eso de que el que lo haya hecho lo pagara, etc, son frases huecas que ya no significan nada. Y algunos empiezan a pensar que, a lo mejor, si no de dice la verdad es porque no se puede.
De ahí que la inquietud empiece a corre por las tropas socialistas y una vez que empieza, es muy difícil frenarla. Nervios a flor de piel y sin respuestas.