Si el año pasado el flujo de inversión fue de 7.439 millones de euros, este ejercicio se ha llegado solo a 4.067 millones, cantidad que se reduce a los niveles de los años de la pandemia.
No solamente la entrada de capital extranjero ha disminuido. De acuerdo con los datos publicados por el Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía, la desinversión ha crecido en los tres primeros meses del año un 35,6% en comparación con los meses de enero a marzo de 2025 hasta alcanzar los 2.024 millones.
La caída de la inversión neta ha sido todavía más acusada, un 65,6% en relación al mismo periodo de 2024 pues solo llegaron a España 2.043 millones.
La inversión en capital y patrimonio ha disminuido un 50,2%, y se ha quedado en 3.455 millones de euros. Un concepto nuevo que se incluye en las estadísticas de la Secretaría de Estado de Comercio desde 2024 es el de financiación intragrupo, que es la única que ha crecido, un 22,5%, con 611 millones. La comparación, por ese motivo, solo se puede realizar con los datos del ejercicio pasado puesto que de años y trimestres anteriores no hay registros. Por último, la inversión neta en capital y patrimonio fue desfavorable de enero a marzo de 2025, con una caída del 73,7% y un resultado de 1.431 millones.
Estos datos del Gobierno coinciden con la publicación por el IEE del Índice Kearney de Confianza para la Inversión Extranjera Directa 2025 y en el que se informa que España se ha descolgado este año del top 10 de países más atractivos para invertir. Este índice, que se realiza mediante encuestas a directivos internacionales de empresas con ingresos superiores a 500 millones de euros de facturación, revela que nuestro país ha perdido un 13% en cuanto a la confianza de los inversores, Ya en 2024 había bajado al puesto 9 del top desde el 8 que ocupaba el año anterior.