«La Armada de la República Islámica de Irán anunció la incautación de un petrolero estadounidense en aguas del mar de Omán por orden judicial», ha informado la fuerza naval iraní en un comunicado difundido por la agencia Tasnim. El buque incautado es el St. Nikolas, según ha revelado la agencia de noticias de la República Islámica y, según ha recogido CNBC, se dirige al puerto turco de Aliaga después de cargar crudo de la terminal petrolera iraquí de Basora con 18 tripulantes filipinos y uno griego a bordo.
Este nuevo foco de tensión ha sido recibido con subidas por parte del petróleo. En este sentido, el barril Brent, de referencia en Europa, avanza un 2,29%, hasta los 78,56 dólares, mientras que el West Texas, de referencia en EEUU, gana un 2,49%, hasta los 73,15 dólares.
El incidente se une a la serie de ataques que las embarcaciones están sufriendo en el Mar Rojo por parte de los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, poniendo en riesgo tráfico marítimo de una ruta comercial clave a nivel mundial. Las tensiones entre Washington y Teherán se han intensificado a raíz del conflicto entre Israel y Hamás, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha llegado a advertir a Irán que «tenga cuidado» con cualquier posible interferencia. «La desaceleración de la demanda, los disturbios en Oriente Medio y la débil reacción de los precios hacen que los productores, los consumidores y los participantes del mercado se sientan paranoicos por los precios del petróleo», señalan desde Barclays.
Por otro lado, las refinerías chinas han pedido menos crudo saudí en febrero, en base a las informaciones de Reuters, a pesar de que el primer exportador de petróleo del mundo anunció el pasado domingo su mayor recorte de precios en 13 meses.