Rodríguez, que mantuvo una relación con Ábalos entre octubre de 2018 y noviembre de 2019, será interrogada por diversos aspectos, entre los que está su contratación en las empresas públicas Ineco y Tragsatec; los viajes oficiales al extranjero en los que acompañó a Ábalos; y el piso en la Plaza de España de Madrid cuyo alquiler presuntamente pagó la trama vinculada a Víctor de Aldama.
A estas cuestiones, la compareciente, que está citada a las 11.00 horas, debe responder a lo que se le plantee, ya que no está imputada en ningún procedimiento judicial, lo que implica que no puede acogerse al derecho a no declarar ante la comisión del Senado. Según el artículo 24.2 de la Constitución española y la Ley de Enjuiciamiento criminal, este derecho está reservado a quien está encausado en un procedimiento judicial y cuando los hechos objeto de la investigación parlamentaria coinciden con un procedimiento judicial en curso.
Según informaciones periodísticas, Ábalos entró en contacto con esta joven a través de un catálogo de prostitutas que le mostró su exasesor Koldo García. Tras conocerse, la relación se prolongó entre octubre de 2018 y noviembre de 2019. Según declaró ella ante el Supremo, la relación fue «monógama» pese a que él seguía casado y la ruptura ocurrió cuando ella le presionó para formalizar su situación y él no cumplió su promesa de divorciarse.
En cuanto a la contratación en Ineco y Tragsatec, los informes de la UCO y los audios de la propia Rodríguez aportados al sumario del Supremo confirman que la joven no llegó realmente a trabajar en estas empresas públicas, a pesar de que cobró por ello.
En concreto, la expareja de Ábalos tuvo contrato en Ineco desde marzo de 2019 hasta febrero de 2021 y en Tragsatec entre marzo y septiembre de 2021. La contratación en Ineco se realizó sin publicar la vacante, mientras que en Tragsatec la oferta estuvo visible solo siete horas antes de que ella se inscribiera.
Los audios revelados por la Guardia Civil han añadido más controversia al caso. En ellos, Rodríguez se queja del desconocimiento de sus funciones laborales: «No tengo ni idea de lo que se hace allí», afirma en una de las grabaciones, mientras que en otra expresa su preocupación por justificar sus horas trabajadas sin tareas asignadas.
Al mismo tiempo, mensajes interceptados muestran cómo Ábalos y su asesor Koldo García discutieron garantizar la continuidad laboral de Rodríguez tras finalizar su contrato en Ineco. «Hay que pasarla a otro sitio», dijo el exasesor. La expareja declaró ante el Supremo que fue incentivada por terceros para presentar su currículum, pero negó haber solicitado ayuda directa al exministro.
La investigación judicial también ha revelado que Rodríguez residió entre marzo de 2019 y marzo de 2022 en un piso de lujo ubicado en Plaza de España (Madrid), cuyo alquiler mensual de 2.700 euros habría sido pagado por una trama vinculada a Aldama. En audios incorporados a la causa, Rodríguez expresó frustración por los impagos del alquiler: «Me llevan tres meses llamándome porque no se están pagando las cosas», lamentó. Además, la joven acompañó a Ábalos en al menos 13 viajes oficiales entre junio de 2018 y julio de 2021, según un informe remitido por el Ministerio de Transportes al Supremo. Entre los destinos se incluyen ciudades como Moscú, Abu Dabi y Toronto, donde hizo uso de las salas de autoridades en aeropuertos internacionales. Ella misma declaró haber realizado entre «15 y 20 viajes» con el exministro.
Transportes ha reconocido que no tiene constancia sobre quién pagó ocho de esos trece desplazamientos. Tres funcionarios dedicaron numerosas horas a revisar más de 380 expedientes y 17.200 páginas para identificar los viajes, pero no encontraron registros que vinculen los gastos de la joven con fondos públicos ni detalles sobre cómo se sufragaron.