Inspirada en los principios de la Nueva Bauhaus Europea, la nueva construcción será un referente en sostenibilidad e innovación y se llevará a cabo en la Isla de la Cartuja, en la parcela antiguamente ocupada por el pabellón de los Descubrimientos de la Expo 92. El proyecto es fruto de la colaboración entre la Comisión Europea, Ayuntamiento de Sevilla, Junta de Andalucía, y Gobierno de España para consolidar la presencia del JRC en la ciudad.
El proyecto propone cubrir el edificio con una cúpula compuesta por pérgolas fotovoltaicas que proporcionan sombra a una plaza, un jardín y al mismo edificio, posicionado en diagonal. Las pérgolas, «ligeras y de forma cuadrada», se apoyan sobre columnas, «que van cogiendo altura para crear un espacio al aire libre abierto al público».
El diseño prioriza el uso de materiales de origen local, como la piedra caliza, madera o cerámica. Tiene como objetivo la compensación íntegra de las emisiones y su huella de carbono, incluyendo las de su construcción, fundamentalmente gracias a la generación de energía eléctrica fotovoltaica «que sobrepasará con creces las necesidades propias de funcionamiento, convirtiéndolo en el primer edificio de esta escala de las instituciones europeas con cero emisiones netas».
En su interior, contará con una zona de reuniones y espacios sociales en la planta baja, mientras que las oficinas y las unidades de investigación ocupan las plantas superiores. La configuración propuesta está diseñada para ser flexible y adaptable en función de las necesidades futuras.
El futuro edificio se convertirá en la ubicación permanente del Centro Común de Investigación (JRC) en Sevilla, y acogerá una plantilla internacional de más de 400 trabajadores. Con otras cinco sedes en Europa, el JRC es el servicio científico de la Comisión Europea: una Dirección General que proporciona apoyo independiente, información técnica y datos para el diseño e implantación de las políticas europeas.