Así se desprende de los datos del ‘Estudio sobre el envejecimiento de las plantillas en la Administración General del Estado 2025 y proyección futura a 2035’, del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, que cada año evalúa la distribución de los efectivos en la AGE en función de su edad, para analizar el impacto de las jubilaciones, consecuencia del envejecimiento de la plantilla.
En esa década, se jubilarán 89.690 personas, desglosadas en 67.448 bajas de funcionarios de carrera y 22.242 del personal laboral fijo. Aunque se trata de «una pérdida importante de efectivos (…), con un 49,53% de la plantilla actual jubilada», Función Pública sostiene que «la estimación de incorporaciones esa plantilla dispondrá del relevo adecuado».
En el caso de lo funcionarios, las incorporaciones superarán a las bajas en algo más de 15.000 personas, mientras que en el personal fijo, las jubilaciones serán levemente mayores que las llegadas de nuevos trabajadores, si bien estarán muy igualados.
No obstante, el Estudio avisa de que se trata de una estimación para un horizonte de diez años, por lo que pueden surgir «factores hoy por hoy desconocidos que hagan cambiar estas suposiciones», según recoge Servimedia.
La edad media del personal de la AGE se situaba a comienzos de 2025 en 49,89 años, y bajaba de los 50 por primera vez desde 2014. Además, viene reduciéndose de forma consecutiva desde 2020. La edad también varía en función de la tipología de personal. La media sube a 51,94 años en el personal laboral fijo, seguido de los 50,20 años de los funcionarios de carrera. Los funcionarios interinos tienen una media de edad de 45,15 años, en tanto que el personal laboral temporal es el más joven, con una media de 40,53 años.
Pese a los avances, el 57,16% de lo efectivo de la AGE superaban los 50 años, mientras que el 42,84% se situaba por debajo de esa edad.