El fallo estima las pretensiones de Comisiones Obreras, que exigía que se establecieran unas tablas salariales definitivas en 2022 con un 7,2% de incremento salarial (5,7% por el IPC y 1,5% pactado). En cuanto a las tablas provisionales de 2023, este sindicato pedía una subida del 2,5%. A su vez, las empresas deberán abonar ahora atrasos del 2,5% por todo el año 2022. En el proceso, Fenil ha venido defendiendo que las partes acordaron renegociar a la baja si 2022 cerraba con una inflación alta. Justo la versión contraria de la mantenida por los sindicatos.
Desde Comisiones Obreras han explicado que demandó a la patronal láctea por incumplir la revisión salarial del convenio colectivo que afecta a los empleados de las 200 empresas que conforman este sector. Desde CCOO han declarado que esperan que «la rotundidad» de la sentencia lleve a que la patronal «asuma que tiene que cumplir con lo pactado» y firme «de forma urgente» las tablas salariales en los términos acordados.