De este modo, y según los datos publicados por la OCDE recogidos el diferencial favorable a España se recortó dos décimas en abril, pasando de 2,6 puntos a 2,4, dado que el alza de precios repuntó una décima en España y se redujo una décima en la OCDE.
La inflación general disminuyó en 24 de los 38 países de la OCDE, y las mayores caídas, de 0,5 puntos porcentuales o más, se registraron en Estonia, Reino Unido, Islandia, Luxemburgo, Austria y Eslovenia. El tercio restante de los Estados de la OCDE registraron aumentos. La inflación general estuvo por debajo del 2%, el objetivo que buscan los bancos centrales, en siete países de la OCDE, la misma cifra que en marzo.
La inflación interanual en el G7 disminuyó ligeramente, hasta el 2,9% en abril, volviendo a los niveles de enero y febrero de 2024. Las mayores caídas de la inflación general se registraron en el Reino Unido, donde se impuso el límite regulatorio a las facturas de energía de los hogares, y en Italia. En ambos países los precios de la energía continuaron cayendo más del 10% interanual.
Por su parte, la inflación general disminuyó más moderadamente en Canadá y Japón y se mantuvo estable en Francia, Alemania y Estados Unidos.
En la zona del euro, la inflación interanual medida por el Índice Armonizado de Precios al Consumo (IPCA) se mantuvo estable en el 2,4% en abril. Los aumentos de la inflación de alimentos y energía se vieron compensados por una disminución de la inflación subyacente, que ha estado disminuyendo durante nueve meses consecutivos.
La estimación preliminar de Eurostat de mayo de 2024 apunta a un aumento de la inflación interanual en la zona del euro, hasta el 2,6%, con un aumento de la inflación subyacente y una inflación energética volviéndose positiva por primera vez desde abril de 2023.
En el G20, la inflación interanual se mantuvo estable en el 6,9% en abril. Además, el alza de precios aumentó en China y Argentina, mientras que cayó en Brasil y Sudáfrica. Asimismo, se mantuvo prácticamente estable en Arabia Saudita e Indonesia.