El consejo de ministros de hoy es una prueba de lo que decimos y si delas decisiones que allí se han tomado y aprobado dependiese el futuro de la independencia de los jóvenes, porque fraguas a don Pedro pudiesen acceder a una vivienda y así salir de la casa de los padres habría que aplaudir a este desastroso conglomerado que se dice Gobiernos de España y es cualquier cosa menos esa. Pero no es así, las prisa y el cortoplacismo nunca solucionan nada de nada, a lo sumo sirven para un titular periodístico que pocos días después es arrojado a la papelera, mientras el problema subsiste o incluso se agranda hasta llegar a su imposible solucion.
Segun todos los expertos, estamos en un momento en el que se producen aumentos en el precio de la vivienda de venta, en el de la vivienda de alquiler. Así pues, la inflación está impactando de manera directa en el coste de la vida y en la financiación y, como consecuencia, en el coste de las hipotecas. Estamos necesitados, más que nunca, de soluciones reales y la cacareada nueva Ley de Vivienda es ya una “oportunidad perdida”,ya que solo ofrece titulares y no medidas realmente efectivas que vayan en la línea de la mejora de acceso a la vivienda. Su carácter “cortoplacista” y “partidista” solo aumenta la inestabilidad del mercado y nos alejará de un marco regulatorio estable, suficiente como para arreglar el problema de accesibilidad a la vivienda de alquiler, de la emancipación de los jóvenes y de la falta de obra nueva.
Uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos en las grandes ciudades es el acceso a la vivienda de la población joven. Así, tal y como recoge el Consejo de la Juventud de España (CJE) en su Observatorio de Emancipación, tan solo el 15,9% de los jóvenes viven emancipados de su familia.El motivo principal es la subida de precios del alquiler, que, en abril de este año, registró una subida del 1,13% respecto a marzo y del 5,51% en términos interanuales. Estos incrementos, en el caso de Barcelona, por ejemplo, son mayores, si en Barcelona se deben invertir 1.696 euros al mes para alquilar un piso de 80 metros cuadrados, en otras 40 capitales de provincia esta cuantía es suficiente para pagar la renta de dos inmuebles. En definitiva, cada dia que pasa los jóvenes españoles retrasan un poco mas su emancipación, hasta el punto de que la opción de compartir piso, hasta hace poco limitada a estudiantes y jóvenes trabajadores, es cada vez más “popular” entre inquilinos por encima de los 30 años con dificultades económicas.
Pero aqui no acaban los problemas de la vivienda. Sanchez se ha llenado la boca con que el Gobierno va a hacer no se sabe cuantos miles de viviendas. A parte de la imposibilidad de poner en marcha toda esa ingente cantidad de obras nos encontramos con un país en el que las grandes constructoras operan en una economía global con obras por medio mundo, mientras que las pequeñas promotoras y constructoras han sido aniquiladas por la propia política económica de un gobierno que ha obstruido la gestión de miles de proyectos, con lo que ha destruido la capa empresarial de pymes y autónomos que sustentaban el sector.
En este contexto, y junto a la falta de mano de obra cualificada, problema ya endémicos de nuestra actividad constructora el Gobierno, las niñas de Sanchez deberá ponerse las pilas y agilizar los trámites administrativos para poner las cosas más fáciles a las promotoras y poder ampliar un parque que, según diferentes organismos, todavía necesita alrededor de 150.000 viviendas nuevas al año para cubrir la demanda estructural del mercado”. Solo un detalle, la gestión de una simple licencia de reforma de una casa puede llevarla al promotor la friolera de un año de gestiones.
Así que o eso también se corrige o de hacer viviendas, nada de nada. Y lo peor de todo, si el inversor no encuentra atractivo el país y el sector se ira a otra parte con sus dineros y aqui seguiremos recibiendo turistas por un turbio y poco mas.