Pero solo eso, esperanzas y por ellas los decibelios han subido bastante, mas incluso de lo esperado. Entre otras cosas porque Sánchez ha atacado a la desesperada, al igual que algunos de sus socios y la respuesta del líder de la oposición ha sido de las que pasan a los anales, pues aunque todo el mundo lo sepa y lo comente, decirle que la prostitución fue el origen de su financiación política, porque fue su suegro el dueño de locales de prostitución el que le apoyo es de una dureza mas que notable porque pone al líder sanchista en una situación, que aunque, como se ha señalado conocida, no deja de ser un durísimo ataque que Sanchez, por supuesto ha acusado.
Pero hoy no era su día, sino el de Feijoo que como muestra se ha despachado de esta manera:
«No hay maquillaje que tape que usted es un político destruido montando numeritos de cordero degollado».
«Usted está como está porque ha resultado ser un fraude y lo que le está matando es que ahora ya lo sabe todo el mundo».
«Todos estos años han operado como una organización criminal».
«No hay un plan para desmontar el Estado y otro para saquearlo. Es que es el mismo».
«¿Cómo va a sacarnos usted de esta pesadilla si usted nos metió en ella?».
«Usted lo sabía. Y usted se calló».
«¿Va a hacer los cursillos en su casa contra la corrupción? ¿Va a ser usted el profesor?».
«Usted, que cuando conoció la investigación, le dio el chivatazo a Ábalos».
«No es su falta de control, señor Sánchez. Es su falta de ética».
«Esto no va de Sánchez o la ultraderecha. Va de Sánchez o de decencia».
Por otra parte, Feijoo ha intentado hacer ver a los que votan con Sánchez que su situación no es la mejor y que las consecuencias de sus actuaciones, tarde o temprano llegaran. Así el caso mas doliente para los criticados ha sido el del PNV, Feijoo les avisaba de que acabarán traicionados: «Señores del PNV, ustedes verán. Ahora bien, el PSOE acabará pactando con Bildu, les acabarán llamando fachas. Ustedes se van a quedar sin Gobierno, sin principios y sin votantes. Allá ustedes», señaló. Vaquero, la portavoz d los vascos le replicó en cuanto tomó la palabra. «Señor Feijóo, se equivoca usted en cuanto al PNV. Ni la presión, ni el insulto, ni la propagación de mentiras o infundios van a mover un centímetro nuestra firme voluntad. ¿Piensa de verdad que el PP va a llegar a gobernar desacreditando al adversario, tratando de confundir a la opinión pública con bulos y con mentiras? Además de tergiversar la realidad y demonizar al adversario, ¿qué más sabe hacer?, ¿tratar de ensuciar el nombre del PNV?, ¿asimilar los discursos sectarios de la extrema derecha?».
El tono de esta respuesta se puede calificar de suave si se comparan con algunos otros,