Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España, ha señalado que desde finales del 2023 los indicios apuntan a unas primeras bajadas de tipos que no serán «ni tan rápidas, ni tan bruscas» y que el entorno económico «es mejor de lo esperado». En su último reunión, la Fed, mantuvo los tipos en la horquilla de entre el 5,25% y el 5,5%. El presidente de la institución, Jerome Powell, confirmo su intención de dar comienzo a una senda de recortes, que coincide «mucho» con las expectativas de Deutsche Bank, que espera que se produzcan rebajas de 75 puntos básicos de aquí a un año.
Las decisiones se tomarán reunión a reunión y en función de los datos, ese es el mensaje que repiten los grandes banqueros centrales respecto a cuándo se producirán los eventuales recortes de tipos de interés, que todo apunta que llegarán en los próximos meses, en una búsqueda milimétrica del equilibrio entre frenar la inflación y no ahogar demasiado el crecimiento.
Benedit, responsable de carteras del banco privado Julius Baer en Iberia, explica que hay margen de bajadas tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, porque los tipos de interés se encuentran muy por encima del tipo neutral, aunque señala que la situación de partida de las dos economías es muy diferente. La decisión de la Fed del miércoles pasado siguió la senda del Banco Central Europeo (BCE), que en su última reunión mantuvo los tipos en el 4,5%, y se produjo la misma semana en la que el Banco de Inglaterra anunció el jueves que mantenía los tipos en el 5,25%; mientras que el Banco Nacional de Suiza sorprendió el jueves al rebajarlos hasta el 1,5%. En la misma semana en la que el Banco de Japón (Boj) subió los tipos por primera vez en 17 años al considerar que había terminado el ciclo deflacionario.
«Nosotros sí que pensamos que puede haber una bajada en abril, aunque puede que sea pronto abril y sea mayo, pero antes de lo que dice el BCE», señala Benedit, que apunta que estas previsiones se basan en los indicadores económicos de la zona del euro. La experta también advierte de que casi nunca este organismo ha bajado tipos antes que la Fed, a pesar de que tanto el control de la inflación, como la debilidad del crecimiento justificarían la decisión.
Respecto a este debate entre quien moverá primero ficha, si la Fed o el BCE, Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, señala en un informe que si el debate entre halcones y palomas en la Reserva Federal es animado, es posible que el BCE aún tenga que «disparar a ciegas». «Nuestra convicción es que, si las condiciones internas lo permiten, el BCE seguiría recortando en junio incluso si la Reserva Federal decidiera posponer su propio movimiento».
En este sentido, Botte, jefe de estrategia de mercados de Ostrum AM, gestora afiliada a la firma Natixis, afirma en un comentario publicado tras la decisión de la Fed, que existe un juego de confianza de los banqueros centrales que es una apuesta por la estabilidad de los precios, a la que el mercado se adhiere visiblemente.