El Comité ha explicado que esta resolución se ha tomado con el objetivo «de evaluar información adicional y sus implicaciones para la política monetaria». «Al determinar el grado de endurecimiento adicional de la política que pueda ser apropiado para devolver la inflación al 2% con el tiempo, el Comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y los desarrollos económicos y financieros», ha señalado en su comunicado.
El organismo ha reiterado su compromiso con alcanzar el pleno empleo y con devolver la inflación al objetivo del 2% en el largo plazo. Asimismo, a la hora de evaluar la postura adecuada de la política monetaria, continuará monitoreando las implicaciones de la información entrante para las perspectivas económicas.
«El Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que pudieran obstaculizar el logro de los objetivos del Comité. Las evaluaciones del Comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas las condiciones del mercado laboral, las presiones inflacionarias y las expectativas de inflación, y los desarrollos financieros e internacionales», ha indicado.
La Reserva Federal también ha revisado su previsión de tipos de interés, y ha elevado la de este año hasta el 5,6%, desde el 5,1% que había estimado en marzo. En este sentido, se anticipan dos alzas más de 25 puntos básicos hasta finales de año. Del mismo modo ha elevado las estimaciones de 2024, del 4,3% al 4,6%, y de 2025, del 3,1% al 3,4%. En relación a sus nuevas proyecciones a futuro, ha revisado al alza, en seis décimas, el crecimiento económico esperado para EEUU este año, que ahora se sitúa en el 1%, frente al 0,4% previsto en marzo.
La previsión de desempleo ha sido reducida hasta el 4,1%, frente al 4,5% anterior, mientras que la inflación PCE ha sido revisada a la baja en una décima, hasta el 3,2%. En cambio, el banco central estadounidense espera una mayor inflación subyacente PCE para este año, del 3,9%, frente al 3,6% de marzo.
Por otro lado, la Fed ha remarcado que el sistema bancario de Estados Unidos es sólido y resistente. Y aunque las condiciones de crédito más restrictivas para los hogares y las empresas probablemente afectarán la actividad económica, la contratación y la inflación, el alcance de estos efectos sigue siendo incierto.
En su nota del Daily Europe, Haefele, director de inversiones de UBS escribió que los datos de mayo no son «suficientes para permitir a la Fed poner fin definitivamente al endurecimiento», y tampoco «justificarán el reciente optimismo entre los inversionistas de renta variable”.
En cuanto a los mercados, Haefele señala que las valoraciones de las acciones sugieren que los inversionistas están «excesivamente confiados en un aterrizaje suave de la economía», ya que las acciones estadounidenses cotizan actualmente a unas 18.4 veces las previsiones de beneficios de los analistas para los próximos 12 meses, una prima del 14% sobre la media de los últimos 15 años.
«Las relaciones precio/beneficios superiores a 18 veces suelen asociarse a periodos de crecimiento económico saludable y aumento de los beneficios empresariales. En cambio, esperamos un periodo de crecimiento económico por debajo de la tendencia y de caída de los beneficios, a medida que se transmita el impacto retardado de las anteriores subidas de tasas», explicó Haefele. Por tanto, para UBS es poco probable que los datos de inflación cambien el rumbo de la Fed. Según ellos, es probable que los banqueros hagan una pausa en junio, al tiempo que señalan la probabilidad de un mayor endurecimiento.
En este contexto, el banco suizo mantiene una postura menos favorable sobre la renta variable mundial y estadounidense, y sugiere a los inversionistas que «busquen ingresos de calidad en deuda (pública) de alto grado y con grado de inversión”.