En nuestra opinión, el movimiento alcista del billete verde de la semana anterior se debió únicamente al posicionamiento de los inversores y a la recogida de beneficios. Los impulsores de la subida de la última semana fueron mucho más claros y se debieron tanto a los flujos hacia los activos refugio como a la disminución de las apuestas a favor de un cambio de política por parte de la Reserva Federal. En su mayor parte, los datos estadounidenses se mantienen relativamente bien, mientras que los responsables de la política monetaria del FOMC mantienen un tono agresivo que sugiere que no se prevén recortes de tipos a corto plazo. Esto permitió al dólar registrar ganancias frente a todas las demás divisas del G10 la semana pasada, con la única excepción del dólar neozelandés.
Las negociaciones en Washington sobre un aumento del techo de la deuda estadounidense, calificadas de «positivas» durante el fin de semana, siguen su curso. Sigue siendo posible que a principios de junio se produzca un impensable impago de la deuda estadounidense. Creemos que es muy improbable que esto ocurra, aunque quizás la incertidumbre mantenga a los activos de bajo riesgo bien respaldados esta semana. En los próximos días, la atención de los inversores también se centrará en una serie de datos económicos importantes, en particular los índices PMI preliminares del G3 correspondientes a mayo, que se publican el martes. También esperamos una mayor volatilidad de la libra en torno a la publicación el miércoles del importante informe de inflación del Reino Unido, que se espera que muestre que las presiones sobre los precios disminuyeron bruscamente el mes pasado.
EUR
La semana pasada, el euro estuvo en gran medida a merced del sentimiento hacia el dólar, sobre todo después de que los últimos datos del PIB y la inflación de la eurozona coincidieran prácticamente con las estimaciones. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, no se refirió a la política monetaria en su comparecencia pública de la semana pasada, aunque De Guindos, miembro del Consejo de Gobierno, afirmó que aún hay margen para que el banco suba los tipos, aunque la mayor parte del endurecimiento ya haya quedado atrás.
Nos encontramos en un periodo relativamente tranquilo en cuanto a la publicación de noticias económicas procedentes del bloque común. Los índices PMI que se publican el martes serán vigilados de cerca, en busca de indicios de resistencia en la actividad empresarial, aunque al margen de esto los datos serán más bien escasos. Varios miembros del BCE comparecerán hoy en público, entre ellos el economista jefe Lane. A diferencia de la Reserva Federal, al BCE aún le queda un trecho por recorrer antes de dar por concluido su ciclo de subidas, y esperamos que los responsables de la política monetaria así lo reconozcan antes de la próxima reunión de junio, en la que es prácticamente seguro que se lleve a cabo otra subida de tipos de 25 puntos básicos.
USD
Como ya se ha mencionado, los buenos datos económicos de EE.UU. y los comentarios agresivos de algunos miembros de la Reserva Federal mantuvieron al dólar en una buena posición durante la semana pasada. El presidente del FOMC, Jerome Powell, pronunció unas palabras bastante contradictorias el viernes. Aunque pareció confirmar los planes del banco de pausar el ciclo de endurecimiento en la reunión de junio, también se opuso a las expectativas del mercado sobre los recortes de tipos, advirtiendo que si no se logra reducir la inflación, la economía estadounidense sufrirá aún más.
Los inversores reaccionaron a estos comentarios reduciendo sus expectativas sobre un cambio de política de la Reserva Federal, y los futuros prevén ahora sólo 45 puntos básicos de recortes para finales de año, frente a los 80 puntos básicos que preveían hace poco más de una semana. El miércoles por la noche se publicarán las actas de la última reunión del FOMC. A falta de revelaciones impactantes en ellas, sospechamos que el dólar se verá impulsado en gran medida por las noticias sobre los debates en curso en Washington.
GBP
Las noticias procedentes del Reino Unido la semana pasada fueron en gran medida bajistas para la libra. Por primera vez en mucho tiempo el mercado laboral británico empieza a mostrar signos de debilidad. El crecimiento de los ingresos nominales sigue siendo elevado y no está lejos de los máximos históricos, aunque el informe de empleo de la semana pasada mostró tanto un aumento inesperado de la tasa de desempleo como un incremento en el recuento de solicitantes, que mide los cambios en las solicitudes de prestaciones por desempleo.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, reconoció la semana pasada que había indicios de un enfriamiento de las condiciones del mercado laboral, al tiempo que indicó que la inflación británica caería bruscamente en abril. No tendremos que esperar mucho para salir de dudas, ya que el miércoles por la mañana se publicará el informe sobre el IPC. Los economistas prevén un descenso de casi 2 puntos porcentuales en la tasa general, hasta el 8,2%, lo que, de confirmarse, podría pesar sobre las expectativas de tipos de interés en el Reino Unido y sobre la libra.