La organización agraria denuncia que los precios de la uva no remontan, a pesar de una reducción de la cosecha de en torno al 20% y con cifras de producción de vino previsibles en torno a los 35 millones de hectólitros. Entre las causas de estas cifras, se señala que la vendimia de este año se ve afectada por la fuerte sequía, con incrementos en los costes de producción que rondan el 30% respecto de la pasada campaña y, pese a ello, con viticultores descargando sus viñas para cumplir con los requisitos de las normas de la vendimia en distintos territorios.
En este sentido, la organización alerta de que el problema de la escasa cosecha podría ir en aumento si durante este otoño no llueve lo suficiente, pudiendo provocar la muerte de las vides y el consiguiente abandono de explotaciones por parte de unos viticultores que no cuentan con relevo generacional.
Por regiones, Unión de Uniones ha señalado que Castilla-La Mancha (Valdepeñas), Extremadura o Valencia los precios de la uva son inferiores a los percibidos hace más de 25 años. Así, en Castilla-La Mancha se registran precios de 0,36 euros/kilo para la cencibel con DO Valdepeñas, 0,22 euros/kilo para dicha variedad sin DO; 0,20 euros/kilo en las primeras operaciones de airén, con costes de producción que se sitúan entre los 0,45 y 0,53 euros/kilo.
En otras zonas productivas, DOCa Rioja (0,75 euros/kilo en tinta y 0,60 euros/kilo en blanca) o Rueda, las bodegas están presionando tanto en los rendimientos a recepcionar, como en los precios a asumir por los productores, considerando la contracción de la demanda de vino tanto en los mercados interiores como en las exportaciones. Solo en la DOP Cava, con una cosecha prevista reducida a la mitad de una campaña normal, las bodegas están asumiendo lo establecido en la Ley de mejora de la cadena alimentaria.
Respecto a Ribera del Duero (Castilla y León) se espera una cosecha corta como consecuencia de los diversos episodios de heladas en las provincias de Burgos y Soria. En cuanto a los precios, se barajan mínimos de 1,25 euros/kilo y precios máximos que podrían alcanzar, en algunas partidas, los 2 euros/kilo, mientras que en las DOP gallegas pueden registrar precios elevados en las variedades de godello de la DOP Monterrei, hasta 2 euros/kilo, o en las de albariño de la DOP Rías Baixas, 2,60 euros/kilo.
En este contexto, con una oferta a la baja, con previsiones de producción en el resto de la UE moderadas o en descenso, el sector productor contempla la falta de visión de futuro del sector bodeguero poniendo en riesgo la continuidad de un buen número de explotaciones vitícolas en muchas de las zonas productivas.
En este contexto, Unión de Uniones considera que el abuso de la posición de dominio de los grandes grupos bodegueros está acabando con la viabilidad económica de las explotaciones «ante la dejación de funciones» de la Administración que ha de velar por los intereses de los viticultores.
La organización lamenta que el propio Ministerio «está siendo cómplice» de esta situación, ya que la Ley de la Cadena alimentaria dice que Agricultura debe publicar los criterios sobre los diferentes factores que intervienen en la determinación del coste de producción de los productos agrarios, pesqueros y alimentarios. El plazo que tiene para publicarlos depende de la completa entrada en vigor de esta Ley que, a su vez, depende de cuando entran en funcionamiento ciertos mecanismos de la Ley (la fecha límite para que se publiquen dichos criterios es el 30 de diciembre de 2023).
«El Ministerio no tiene que esperar a que toque el pitido del final del partido para publicar esos criterios. Nuestra organización ya se dirigió a Agricultura para pedir celeridad y ésta afirmó que cumplirían la ley y que de todas formas ya había muchos elementos para determinar los costes de producción. Bien, entonces, que la hagan cumplir», han señalado desde Unión de Uniones.