La delicadeza, a la que siguieron otras en las que siempre pretende profundizar en el ser del hombre, en su conducta, en sus motivaciones, dejando unos relatos llenos de humanidad que ayudan a comprender las situaciones por las que se pasa en la vida y sobre todo los miedos del hombre y su posible remedio. Solo hay que achacarle un punto negativo y es ignorar la falta de trascendencia, aunque valore la importancia de la interacción y el saber escuchar a los demás.
La mayor parte de las veces, como en La vida feliz, lo que encontramos son personas infelices, dañadas en su interior y que no son capaces de salir de sus situaciones dañinas por falta de valentía para enfrentarse con ellas y resolverlas con sinceridad y yendo a la raíz. Describe con total fidelidad la situación del hombre actual metido en una rueda de la que no sabe salir, aunque siente que su modo de vivir no le hace feliz.
En la novela dos compañeros de colegio, Eric y Amèlie, se encuentran por medio de las redes sociales después de muchos años y cuando ya están totalmente asentados en la vida. Los dos están casados, pero con matrimonios rotos y los dos con dos hijos. El tema matrimonial está muy bien tratado, aunque sin llegar a atreverse a describir que la situación de ruptura llega por la falta de comprensión y atención de la otra persona, con la consiguiente pérdida de amor y atracción.
Eric, que es contratado por Amélie para un puesto importante en un ente estatal, después de dejar su empresa de la que era directivo, en un viaje a Corea, descubre en Seúl por pura curiosidad, un lugar, Happy Life, al que entra y se somete a una extraña terapia, simulando su propio entierro. De allí sale cambiado totalmente, abandona todo y vuelve a París donde recupera la relación con su hijo y encuentra su camino en la vida.
Comienza a imitar la experiencia coreana a la que califica de auténtica terapia para recuperar el sentido y la alegría de la vida, con un éxito tremendo y abriendo varios espacios a lo largo del País. Todo acabará con la vuelta a una supuesta normalidad en su fallido matrimonio y también la reorientación de Amèlie. Hay un giño del retorno a las raíces, ae los años felices y una apuesta por dejar de buscar el triunfo, la acción permanente y adherirse a lo que sería una vida más tranquila y sin caer en las redes que sutilmente traza la vida moderna que nos lleva al egoísmo y la infelicidad.
La novela es positiva, con concesiones al momento actual en las actuaciones morales y que deja un bien sabor de boca.
La vida feliz
David Foenkinos
Alfaguara (2024)