El respiro que podría dar el precio de la vivienda a los españoles el próximo año –con una caída de hasta el 2%– será meramente coyuntural, pues a partir de 2025 volverán a la senda del crecimiento, con un repunte estimado de al menos el 1%, según las previsiones publicadas el viernes por Bankinter. Para ese momento, creen que el Banco Central Europeo podría comenzar a bajar los tipos de interés, por lo que el euribor a 12 meses aflojaría desde el 4,1% de este año hasta el 3,4%. Pese a este incremento, la entidad descarta por completo una burbuja inmobiliaria y aseguran que la accesibilidad a un piso se mantiene en línea con la media histórica, si bien admiten que hay zonas donde hay una clara oferta por mayor concentración de población.
A pesar de la ralentización de la economía y las subidas de tipos de interés que se han registrado en 2023, los precios de la vivienda se mantienen en senda alcista, por lo que el banco prevé un incremento del 1,2%, frente a su anterior estimación en la que apuntaba una caída del 3%. Además, y pese a que barajan una caída de hasta el 2% para el año que viene, creen que se trata de un escenario menos probable debido a la resistencia del mercado laboral y a que el endurecimiento de la política monetaria supone un factor de disrupción temporal.
Las cifras que la entidad baraja para final de año son similares a las de otros analistas. El portal inmobiliario Idealista espera un aumento del 2% debido a que la oferta de casas en el mercado se ha reducido. Tinsa y Fotocasa esperan que el precio se estabilice hacia finales de 2023, aunque no precisan una cifra, mientras que Beatriz Toribio, directora adjunta de Masteos, asegura que se terminará con una leve subida de entre el 0,5% y el 1%. La principal explicación que da Bankinter para este repunte se encuentra en el mercado laboral; en particular en el sector servicios, cuyo buen desempeño este año se ha traducido en miles de empleos nuevos y en una subida nominal del salario próxima al 5%.
En cualquier caso, es una tendencia a nivel global. En Estados Unidos, por ejemplo, el consenso elaborado por Reuters sostiene que la vivienda no caerá en 2023. Y la misma tendencia se produce en buena parte de Europa, con dos excepciones: Alemania y Reino Unido, aunque por circunstancias locales. En el primer caso, por ejemplo, se debe a que los precios han subido más de un 80% desde 2007. Sin embargo, según Bankinter, en España y la mayor parte de los países del continente, el parámetro sigue en niveles similares a los de esa época.
Al contrario de lo que ocurre con los precios, las transacciones de vivienda se han visto reducidas. Las previsiones de la entidad bancaria fijan una caída del 14% en 2023 y del 7% en 2024. A pesar de que en términos porcentuales parece un gran frenazo, en realidad supondría volver a la media histórica de 500.000 transacciones, pues en 2022 hubo niveles no vistos en 15 años Los analistas consideran que este nivel es sostenible a medio plazo y debería repartirse en unas 100.000 transacciones de vivienda nueva y 400.000 de segunda mano.
Por último, en un entorno de subidas muy moderadas de precios de vivienda y mayores costes de construcción, por materias primas y mano de obra, se espera que los precios de suelo caigan un 5% en 2023 para rebajar costes de financiación.