El acuerdo es una de las mayores inversiones privadas de la historia y convierte a la compañía dirigida por Sam Altman en una de las tres mayores firmas emergentes respaldadas por capital de riesgo, junto con SpaceX de Elon Musk y ByteDance Ltd., propietaria de TikTok, según han indicado a ‘Bloomberg’ personas familiarizadas con el asunto. La ronda de financiación ha estado liderada por Thrive Capital, la firma de capital de riesgo dirigida por Josh Kushner, junto con otros inversores globales como Microsoft, Nvidia o SoftBank, en base a la información de ‘CNBC’, De esta forma, los analistas destacan que el tamaño de la inversión subraya la creencia de la industria tecnológica en el poder de la IA y su apetito por la investigación extremadamente costosa que impulsa su avance.
Cabe recordar que OpenAI cerró hace unos meses una operación en la que los empleados pudieron vender parte de sus acciones de la compañía, lo que permitió valorar a la firma estadounidense en 86.000 millones de dólares. No obstante, la empresa ha pasado por momentos muy turbulentos. Por ejemplo, la ‘startup’ despidió brevemente a Altman a finales del año pasado. Aunque recuperó su puesto unos días después, fue contratado por Microsoft, lo que le permitió reforzar sus vínculos con el directivo y la compañía. En julio, Microsoft renunció a un puesto de observador en el consejo de OpenAI, señalando que había visto «progresos significativos», al tiempo que subrayaba su confianza en la dirección de la empresa y no consideraba necesario el puesto.
En los últimos días también se ha conocido que la compañía sopesa reconstituirse como una empresa con ánimo de lucro y conceder a su consejero delegado, Sam Altman, una participación del 7%. Esto coincidía con la salida de altos cargos de la organización, como la de la jefa de tecnología, Mira Murati, quien abandonará OpenAI en una «transición ordenada».