Es el caso de Meliá, que ha lanzado en torno a 2.500 procesos de selección en España, de los que entre 800 a 1.300 serán fijos discontinuos a los que se les reclama para que se reincorporen al hotel una vez arrancada la temporada alta mientras que el resto corresponde a puestos de nueva creación o a la cobertura de bajas. Desde la hotelera de la familia Escarrer, que en la actualidad cuenta con 141 inmuebles en España, subrayan que estas nuevas contrataciones servirán para superar los 12.000 empleados en España (la media de empleados en 2022 fue de 11.274) y rebasar las cifras previas a la crisis (11.957).
Otra de las grandes afectadas por este este encarecimiento del precio de la vivienda en Baleares es Iberostar, ya que la mitad de los 35 hoteles que tiene en España están situados en el citado archipiélago, en concreto 16 en Mallorca y 1 en Ibiza. “Desde Iberostar ofrecemos tanto alojamiento en el propio hotel como contratos de alquileres reducidos, además de múltiples beneficios sociales que abarcan desde planes de formación, retribución flexible, plataformas de salud o flexibilidad financiera, así como medidas que faciliten la conciliación”, aseguran desde la hotelera de la familia Fluxá. Las previsiones de contratación llegan a las 1.000 personas y las dificultades para encontrar personal, generalizadas entre las grandes hoteleras e identificadas, se han atenuado este año por la apuesta por la formación profesional dual.
Barceló también se ha sumado a la iniciativa de ofrecer alojamiento gratuito para tratar de completar las 1.500 vacantes que quiere cubrir para este verano. “Algunas personas han decidido buscar trabajo en otros lugares desanimados por la dificultad de encontrar una vivienda y el incremento del precio de la misma. Es por ello que en algunos destinos, especialmente en islas, ayudamos a nuestros equipos ofreciéndoles alojamiento durante la temporada”, señalan desde la hotelera, que ha reclutado personal entre familiares de empleados y en centros de formación.
La pionera en materia laboral fue la cadena balear RIU, ya que se convirtió en la la primera gran hotelera que obtuvo autorización del Servicio de Ocupación de Islas Baleares (SOIB) para dar formación reglada y emitir certificados de profesionalidad. La experiencia piloto se realizó en las instalaciones del hotel RIU Playa Park de Mallorca, que cierra de noviembre a abril, y se desarrolló en dos fases. La primera fue un curso de bar y comedor para quince personas, que se desarrolló de noviembre de 2022 a marzo de 2023, y la otra era un curso de cocina que arrancó en enero y acaba de terminar.