Como los helados artesanos que hacen cada día en Baldoria, de diferentes sabores (algunos, increíbles, como el de mozzarella) , cremosos y con el toque inconfundible del auténtico gelato italiano.
Baldoria presenta esta delicia helada en varios sabores (cambian cada día) y en postres como el Melocotón melba, con crumble crujiente de almendras, melocotón confitado y helado de vainilla con lima y frutos rojos, y el Choco, choco, love, para amantes del chocolate y el helado.
«El secreto de un buen helado es tenerlo fresco, recién elaborado; hacerlo a diario permite al comensal apreciar su textura cremosa. La otra clave para un buen helado es, como en toda cocina, la calidad del producto», explica el propio Ciro. Uno de los postres de la carta que incorporan helado es el Choco, choco, love’, un coulant de chocolate caramelizado con helado de flor de latte.
Ciro Cristiano está al frente de Baldoria, junto a la plaza de Manuel Becerra, un restaurante que se inspira en la isla napolitana de Prócida y que sumerge al comensal en una experiencia agradable y divertida con la gastronomía de calidad como protagonista. Su cocina, cien por ciento artesanal, se inspira en recetas tradicionales con giros de autor y ha sido premiada en varias ocasiones -quinto en la lista 50 Top Pizza Europa, segundo de España y primero de Madrid- lo que le convierte en uno de los mejores restaurantes italianos de Madrid. El interiorismo de este espacio transmite un aire mediterráneo, con piezas de cerámica, vajillas artesanas, cocina abierta y un balcón en el que hay actuaciones musicales los fines de semana.