Este importe supone un 11,7% del PIB de España, según los datos distribuidos este martes por el Ministerio de Seguridad Social. Es la misma cifra que en 2022 y está por debajo de la de 2021 (12,1%) o 2020 (12,4%), pero supera ampliamente a la de 2019 (10,4%).
El gasto en pensiones crece de forma sostenida desde que hay registros. El primer dato en la contabilidad de la Seguridad Social es el de 2005, cuando a cierre del año España gastaba 4.954 millones de euros en pensiones, menos de la mitad que ahora. Esta cifra ha ido creciendo ininterrumpidamente año a año, hasta alcanzar los 6.868 en 2010, 8.360 en 2015, 9.985.260 en 2020 y 12.017 a julio de este año. La previsión es que esta cifra siga creciendo, dada la jubilación de la generación del baby boom, el aumento de la esperanza de vida (83 años) y la caída de la natalidad (1,19 hijos por mujer). Hoy hay en España 9.106.289 beneficiarios de pensiones contributivas.
El aumento del gasto en el último año, de un 10,8% respecto a julio de 2022, es el mayor en ese periodo desde que hay registros. Es un aumento algo superior a la revalorización de las pensiones del 8,5%, aprobada por el Gobierno para evitar pérdidas de poder adquisitivo por el acelerón de la inflación. Cabe destacar que también ha crecido el número de pensiones (1,1%), lo que aumenta la presión en las cuentas.
Hasta ahora, la mayor subida del gasto en pensiones fue la de julio de 2008, del 8,3%. En 2022 el desembolso de España dedicado a pensiones contributivas creció un 6,3% y en 2021, un 3,2%.