Desde hace años, el clima social y por supuesto el político han ido calentándose hasta alcanzar temperaturas insoportables, hasta el punto de que conforme uno de nuestros políticos abre la boca, inmediatamente, casi unos segundos después, las redes sociales se llenan de comentarios, insultos, descalificaciones y no se cuantas cosas mas.
Tal es el clima que hay auténticos expertos de uno y otro signo que viven, y algunos magníficamente, de dedicarse a estos menesteres, hasta el punto que muchos periodistas han caído en el error de convertir su profesión de meros y puros informantes en auténticos comentaristas sanguinarios que van a degüello del contrario y/o contrincante.
Así los grandes foros como el Congreso o las tertulias informativas se han convertido en auténticos campos de batalla en las que el personal saca la navaja dialéctica las primeras de cambio y a repartir mandobles. De tal manera es una realidad preocupante que pr ejemplo TvE ha logrado recupera audiencia reconvirtiendo una muy buna parte de sus programas en ese tipo de campo de batalla en el que, claro esta, se machaca a todo aquel que osa criticar al Gobierno y todos sus añadidos. De hecho los datos de audiencia de los últimos meses están a disposición de cualquiera para comprobar la afirmación.
En ese contexto ser moderado es criticado por unos y por otros como si ello fuese un error, sin darse cuenta que con ello fomentan aun mas la cultura del bastonazo y tentetieso que poco a poco se esta imponiendo en nuestra sociedad en contra de la normal y natural política tolerante que busca tender puentes en lugar de alimentar la confrontación con la que se construyo la actual España democrática y que tan buenos resultados no había dado hasta ahora.
Contra ello dos personajes nefastos, Sánchez y Abascal que han hecho de ese modo de entender la política su estrategia y que terminaran por lograr su objetivo llegar o mantenerse en el poder para eliminar al contrario y permanecer en el.