«Hay indicios de que la autoridad monetaria europea está dispuesta a poner fin a su actual ciclo de subidas», comenta Felix Feather, analista de economía europea de abrdn, para quien esta postura menos ‘hawkish’ se revela en un matiz de la redacción del comunicado del Consejo de Gobierno del BCE, que habla de que los tipos «se fijarán en niveles suficientemente restrictivos», en vez de «se llevarán a niveles suficientemente restrictivos», como defendía en ocasiones anteriores.
En este sentido, si bien Lagarde ha dejado la puerta abierta tanto a hacer una pausa en septiembre o acometer otra subida, en función de los datos de crecimiento e inflación, el experto espera que estos sean lo suficientemente débiles como para justificar una interrupción, ya que las presiones inflacionistas subyacentes están disminuyendo y la economía sigue debilitándose.
De tal manera, Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, ve cercano el final del ciclo de subidas, a medida que el endurecimiento de las condiciones de financiación está frenando la demanda.
En una línea parecida se posiciona Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, para quien el enfoque del BCE será cada vez más cauteloso y basado en los datos, «con una última subida de tipos como resultado más probable», lo que aliviará el rally del euro y a los exportadores de la eurozona.
Asimismo, Charles Diebel, responsable de Renta Fija de Mediolanum International Funds (MIFL), sostiene que, en una línea similar a la de la FED, el BCE ha expresado su disposición a hacer más, pero también ha mostrado que claramente cree que está cerca, si no se encuentra ya, «en su zona de aterrizaje».