La variación trimestral del ICLA –que mide el coste laboral por hora trabajada manteniendo constante la estructura por ramas de actividad– entre el segundo y el primer trimestre de 2023, eliminando los efectos estacionales y de calendario, es del 1,5%. Por componentes del coste, en datos desestacionalizados y corregidos de calendario, el coste salarial muestra una variación del 1,2% y los otros costes del 2,5%.
Sin tener en cuenta el ajuste estacional y de calendario, la tasa trimestral es del 9,0% debido, fundamentalmente, al mayor peso de los pagos extraordinarios en el segundo trimestre de 2023 respecto al primero.
El coste por hora trabajada aumentó un 6,5% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo de 2022, su mayor alza en tres años, concretamente desde el segundo trimestre de 2020, cuando la llegada de la pandemia elevó el coste laboral un 8,1%, según los datos provisionales del Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con el repunte del periodo abril-junio, que amplía en 2,1 puntos el experimentado en el primer trimestre del año, el coste laboral encadena ocho trimestres de alzas interanuales. Por componentes, el coste salarial se incrementó en el segundo trimestre del año un 5,7% en relación al mismo trimestre de 2022, en tanto que los otros costes subieron un 8,8%. El coste laboral, excluyendo pagos extraordinarios y atrasos, creció un 6,8% interanual en el segundo tramo de 2023.
Eliminando los efectos estacionales y de calendario, el coste laboral por hora trabajada avanzó un 5,6% en el segundo trimestre de 2023 en relación al mismo periodo de 2022, tasa que supera en 1,3 puntos la del trimestre anterior y que también es la más elevada desde la llegada del Covid.
Con este repunte, se encadenan también ocho trimestres de tasas positivas en la serie corregida. En tasa trimestral (segundo trimestre sobre primer trimestre), el coste laboral por hora trabajada subió un 1,5% en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, dos décimas menos que en el trimestre anterior. Con esta subida también se acumulan ya ocho trimestres de alzas trimestrales. Sin tener en cuenta el ajuste estacional y de calendario, el coste laboral se disparó un 9% entre abril y junio debido, fundamentalmente, al mayor peso de los pagos extraordinarios respecto al trimestre anterior.
Las sectores que registran los mayores incrementos anuales en el segundo trimestre son Industrias extractivas (11,3%), actividades profesionales, científicas y técnicas (8,6%) y transporte y almacenamiento (8,1%). Por su parte, el coste desciende en suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (–4,9%), y registra los menores incrementos en Actividades inmobiliarias (1,3%) y suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (1,5%).
Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, las actividades con las tasas anuales más elevadas son Industrias extractivas (11,7%), Actividades profesionales, científicas y técnicas (8,2%) y Transporte y almacenamiento (7,1%).
Por su parte, el coste laboral presenta tasas negativas en suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (–5,2%), y registra los menores incrementos en suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (0,8%) y Actividades inmobiliarias (1,1%).