La deflactación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y no bajar el gravamen del Impuesto sobre Sociedades son algunas de las propuestas que, en materia de política fiscal, han puesto sobre la mesa el Consejo General de Economistas de España. De igual modo, se ha hecho también hincapié en la necesidad de revisar la tributación de los dividendos como medida para que España gane competitividad. Estas han sido las principales conclusiones del encuentro ‘¿Qué modelo de política fiscal debería de impulsar España para ser más competitiva?’ realizado por el Consejo.
En este encuentro, presidido por Pich, participado García-Rozado de Iberdrola, y Martín-Abril, ex director de Tributos.
Martín-Abril ha apuntado que en la actualidad el tipo de gravamen del Impuesto sobre Sociedades en España es «alto», pero si se mira al resto de países, como Alemania, Francia e Italia, se puede ver como estos países «tienen tipos superiores», por lo que ha afirmado que no le parece «una cuestión prioritaria en estos momentos» bajar el tipo de gravamen y, a su juicio, es «más prioritario» hacer una revisión de otras cuestiones desincentivadoras, como la tributación de los dividendos.
Modificar los tipos de Sociedades «no es un objetivo prioritario»
Al respecto, García-Rozado ha coincidido señalando que el tipo nominal de dicho impuesto está «en niveles adecuados» en relación a países comparables a España, por lo que no es «un objetivo prioritario» y, a su parecer, se debería priorizar la recuperación de incentivos fiscales como los destinados a fomentar las inversiones en eficiencia y transición energética, así como trabajar para dar mayor seguridad jurídica a la aplicación de los incentivos ya existentes como es el caso del I+D+I.
En lo que respecta al IRPF, ambos han coincidido en que se «debería deflactar el IRPF», para adaptar la tarifa a la inflación porque, en caso de no hacerlo, se está produciendo una subida de impuestos a todos los ciudadanos, a lo que Martín-Abril ha añadido que dadas las previsiones de ingreso de 2023, «es posible». Además, se ha afirmado que la seguridad jurídica y la predecibilidad son elementos «fundamentales» en la estructura legislativa del país para garantizar el apoyo a la actividad económica y a la estabilidad regulatoria de la economía en un «sentido amplio».
Revisar la política de dividendos
Durante las jornadas, se ha hecho hincapié en la necesidad de revisar la tributación de los dividendos como medida para que España gane competitividad. Así, García-Rozado ha afirmado que el «peaje» que una matriz española está pagando por las rentas que recibe del extranjero para distribuirlo a sus accionistas es un «elemento» que el inversor extranjero mira y puede generar interés o desinterés en invertir. Por otro lado, ha destacado que para que un país resulte interesante a la hora de invertir, es necesario que sea atractivo desde el punto de vista del negocio; respecto a la rentabilidad de la inversión a realizar y que tenga estabilidad regulatoria.