Este indicador mide la variación del coste salarial que pagan los empleadores por el conjunto de empleos existentes, pero sin estar afectado por los cambios en la cantidad y la calidad de los puestos de trabajo. De esta forma, se descuenta el efecto composición que se debe, entre otros factores, a los cambios en el número de horas trabajadas, al tipo de contrato, características de los trabajadores, su antigüedad y su promoción profesional.
El avance salarial del 2,1% registrado en 2021 contrasta con la caída del 0,6% que experimentaron los salarios en 2020, año del inicio de la pandemia del Covid.
Los datos del IPT muestran que el salario subió en 2021 tanto entre las mujeres (+2,3%) como en los hombres (+1,9%), aumentó un 3% entre los contratados de manera temporal y un 1,9% en los indefinidos, y creció en todos los grupos de edad, especialmente entre los trabajadores de 25 a 34 años (+2,4%).