Han pasado ya diecisiete años desde que estalló la crisis financiera, pero sus efectos siguen muy presentes en el bolsillo de los trabajadores. Tanto, que los salarios todavía no han recuperado el poder adquisitivo perdido desde aquel choque global y que se vio agravado con las crisis posteriores. El informe atribuye este hecho a que, si bien en ese periodo se han creado muchos puestos de trabajo, lo han hecho sobre todo en sectores de baja productividad -las actividades que más aportan al PIB son las peor pagadas- con fuerte protagonismo de la población inmigrante, tras unos años de aumento considerable de los flujos migratorios.
El estudio, que se ha elaborado a partir de 80.000 encuestas a profesionales entre julio del 2023 y el mismo mes de 2024, evidencia cómo en términos salariales el último año ha sido mejor para los trabajadores ‘rasos’ que para los directivos y cargos intermedios. Estos últimos son los que más poder adquisitivo han perdido, al haber disminuido sus sueldos un 0,77% frente a la subida del 2,8% en los empleados, un alza que les habría permitido compensar el aumento del coste de la vida (el IPC subió de media un 2,8% el año pasado).
Los directivos han visto elevarse sus remuneraciones un 0,6%, por debajo de lo que subieron de media los precios, por lo que también pierden poder adquisitivo en el último año, aunque algo menos. En cualquier caso, los tres eslabones cuentan ahora con menor capacidad de compra que tras la crisis inflacionaria de 2021. Si el sueldo medio en España para un trabajador alcanzó el año pasado los 2.256 euros brutos al mes en 12 pagas, se aprecian diferencias importantes en función del tamaño de la empresa. Los trabajadores de las de mayor tamaño cobraron de media 2.511 euros (un 4,8% más que el año anterior), mientras que los de las micropymes ingresaron 2.067 euros (un 1,4% más), ensanchándose la brecha previa entre ambos a más de 440 euros al mes.
El informe hace un diagnóstico de la situación por sectores y constata cómo los empleados que más vieron aumentar su nómina fueron los de la construcción (4,3%), seguidos del sector servicios (4,1%), el transporte (4%) y del comercio, turismo y banca (2,9%). En el caso de la industria el incremento medio fue del 1%, el más bajo. A nivel territorial, Madrid (2.444 euros brutos al año) y Cataluña (2.287 euros) volvieron a liderar el listado con el sueldo medio más elevado para un trabajador de a pie. En el lado opuesto se situó Extremadura, con un sueldo medio de 1.879 euros.
El informe apuesta por modelos de compensación donde las alzas salariales se produzcan de forma lineal y sin incrementos de la productividad, lo que origina una pérdida de competitividad empresarial. Así, recomiendan modelos de retribución flexibles, adaptativos y sostenibles, que estén orientados a objetivos y que mejoren la rotación y el absentismo. Para ello, deberían basarse en componentes variables en función de lo que aporte la persona (resultados, productividad, desempeño), en componentes extra salariales (ticket restaurante, ayudas a transporte, ayudas a guarderías…) así como en componentes cualitativos o emocionales como la formación, la posibilidad de teletrabajar o la conciliación familiar, entre otros.