Los planes del equipo de Puente contemplan iniciar los trámites burocráticos en 2025 y urbanizar el ámbito hacia el año 2030, una vez finalice el traslado a Vicálvaro de la actividad logística que todavía existe en este suelo, según varias fuentes consultadas por este medio.
Este espacio, que recibe su nombre del antiguo arroyo Abroñigal que fue soterrado para construir la M-30, cuenta con 320.000 metros cuadrados y se sitúa entre los distritos de Arganzuela y Puente de Vallecas. Hoy acoge una instalación logística con capacidad para recibir hasta 8.000 contenedores y una estación técnica con 17 vías. Su privilegiada situación, a un paso del centro de Madrid, es a su vez un problema para la ciudad, ya que ha generado una enorme brecha urbana entre la almendra central y los distritos de la periferia sur. Sin ir más lejos, a ambos lados de Abroñigal se constata una diferencia de rentas de más de 10.000 euros.
Abroñigal movió en 2019 casi 3.800 trenes y más de 100.000 contenedores, pero los planes del gestor ferroviario contemplan trasladar toda su actividad a la terminal intermodal de Vicálvaro, situada a las afueras del término municipal de la capital. En su remodelación completa se están invirtiendo casi 300 millones de euros, con el fin de convertir este nodo en el punto central de la red estratégica de terminales intermodales y logísticas de Adif, dada su ubicación geográfica. De forma paralela, Adif ha ido trabajando en las líneas básicas del futuro el plan urbanístico a presentar ante el Ayuntamiento de Madrid, que contempla, según varias fuentes consultadas, destinar el espacio únicamente a usos terciarios y dotaciones públicas. Según varias fuentes consultadas, no habrá viviendas de ningún tipo por una cuestión de servidumbres acústicas, dada la dificultad de cumplir los límites sonoros en un terreno rodeado por autopistas y vías férreas.
Así, el cronograma de Transportes contempla cinco años de trabajo administrativo previo y empezar a mover terreno y a construir a partir de 2030. Sus intenciones contemplan urbanizar esos 320.000 m2 con oficinas, incluidas algunas que se destinarán a administraciones públicas; y dotaciones y servicios públicos para los vecinos del entorno y del resto de la ciudad. El espacio se completaría con nuevos viales y zonas verdes que conecten los dos parques periurbanos situados en sus márgenes, el Tierno Galván y el Forestal de Entrevías, salvando las enormes diferencias de cota que existen en el terreno.