La medida se produce después de que el consejero delegado del grupo, Spenger, defendiera ante la plantilla que no se ejecutarían medidas traumáticas. El Gobierno autorizó la fusión que originó este nuevo grupo basándose en unos compromisos de empleo «suficientes». Se suma a los ERE de Telefónica, Vodafone y Avatel.
Según ha confirmado UGT, el ERE afecta a seis de las nueve filiales relevantes que conforman el grupo después de la fusión entre Orange y Masmóvil. El sindicato insiste en que como el grupo se ha calificado como grupo laboral habrá una mesa de negociación única. Desde la compañía no se ha confirmado a la representación de los trabajadores si habrá despidos forzosos. La plantilla total de esas seis firmas es de 4.695. Se trata de un 16,9% de la plantilla de las filiales afectadas y en torno a un 10% del total.
En la comunicación formal a la plantilla de este martes, la dirección ha asegurado que la voluntariedad va a ser «el primer y preferente criterio de adhesión”. En el caso de Telefónica, el ERE incluía la posibilidad de salidas obligadas pero finalmente se cubrió todo con voluntarios precisamente bajo la alargada sombra de que esa cifra pactada se cubriría con forzosos. En Vodafone ocurrió algo similar.