Entre los factores explicativos destacan la estabilización en los mercados energéticos y la revisión al alza en las previsiones de crecimiento en Europa.
Por su parte, el BCE ha endurecido la narrativa hawkish en la política monetaria, con subidas de tipos de 50 p. b. en las últimas tres reuniones, a pesar de la turbulencia en el sector bancario en las últimas semanas. A pesar del repunte en los últimos meses, la moneda común sigue cotizando en niveles históricamente bajos frente al dólar, 5% inferior al promedio en los cinco años previos y 11% por debajo del promedio en las últimas dos décadas.
El dólar también parece sobrevalorado frente al euro, según estimaciones de modelos econométricos convencionales (que lo ubican entre 1,20 y 1,30). El hipotético retorno a estos niveles de “equilibrio” es poco probable que ocurra sin volatilidad o períodos con nuevos altibajos, fluctuaciones ligadas a un conjunto de factores de orden cíclico, coyuntural y estructural.
En CaixaBank Research, nuestro escenario central proyecta que el euro tenderá a apreciarse frente al dólar, aunque de forma muy moderada, en los próximos trimestres, hasta el 1,10 a finales de año. A medio plazo, proyectamos que pueda retornar a un nivel cercano al 1,25.