Y digo bien lucha, porque desde el primer momento, los ánimos están tan caldeados que incluso antes de dar por inaugurado el curso político la bronca es descomunal y a cada paso que das te estalla una bomba, que, cada vez es mas potente.
Y es que lo que se inicio con ritmo vacacional ha terminado con palabras gruesas y acusaciones de todo tipo de parte de cada uno de los frentes y su oponente.
Es decir, populares y sanchistas llegan con las espadas desenvainadas y repartiendo mandobles a diestro y siniestro y esto ni tan siquiera ha empezado. Si tal como dice la Aemet, meteorológicamente estamos en el agosto mas caluroso de la historia, en el terreno político ni les cuento.
De hecho, la temporada arrana con las correspondientes explicaciones de los ministros implicados en la historia de los incendios y por el avance de los comentarios se auguran interrogatorios de altos voltajes, con respuestas acusatorias contra los responsables autonómicos a troche y moche, aunque no hay porque preocuparse `porque ya en el primer consejo de ministros de este mismo martes, antes de que los interrogatorios empiecen el gobierno declarara zona catastrófica las comarcas incendiadas y se podrán pedir ayudas y subvenciones. Otra cosa es que los afectados las cobren y que lo que perciban cubra mínimamente el desastre que las llamas les ha causado, que obviamente son dos cosas muy distintas y de las que hay precedentes tan nefastos como los del volcán de La Palma o las inundaciones de la última dana.
Pero seguro que los ministros interrogados se apoyan en su rápida respuesta y critican con dureza las actuaciones de los demás, porque esa es la táctica de un gobierno sin quien le mande y a merced de los caprichos de los socios y a estos, los incendios, como no les han caído encima les importan un bledo y pasaran meses y meses antes de que de verdad se ejecuten los posibles planes de salvación de los afectados.
¿Alguien piensa que a Puigdemont, Junqueras u Otegui van a echar una mano a los afectados de los incendios? Pues ellos son, y no los ministros que son simples marionetas, los que mandan y fijan la prioridades del Gobierno