Así lo revela una encuesta realizada por la app financiera Plazo entre sus cerca de 150.000 clientes, donde Mercadona se alza como la enseña favorita con el 69,6% de los votos, por delante de Carrefour, con el 41,6%, y Lidl, con el 38,4%. A más distancia se sitúan DIA (22,4%) y Alcampo (20,8%), que completan el top 5.
El estudio, también menciona a Consum y Eroski, que son los preferidos para el 10,4% de los encuestados, en ambos casos. Por detrás quedan Ahorramás (8,8%), Aldi (6,4%), BonÀrea (4,8%), Caprabo (1,6%), Covirán (1,6%) y Spar (1,6%). Por otro lado, la app financiera también ha analizado los programas de fidelización de los principales operadores alimentarios del país preguntando a sus clientes si tienen la tarjeta de socio de alguno de ellos. En este caso, el ganador es Carrefour, que ha tenido una respuesta afirmativa del 52% de los encuestados.
Casi diez puntos por debajo aparece Lidl, con el 42,4%, y cierra el podio DIA, con el 41,6%. Les siguen Alcampo (25,6%), Eroski (20,8%) y Consum (19,2%).
Por otro lado, el último estudio refleja que los consumidores notan, y mucho, la presión inflacionista sobre los productos de alimentación. En este sentido, gastan semanalmente unos 11 euros más que antes de irse de vacaciones. Así, de media, el desembolso en el supermercado ha pasado de 73 euros a unos 84 por semana. Este gasto corresponde al que realizan principalmente parejas o parejas con un hijo. Es decir, el gasto por persona aumenta de media de 36,5 a 42 euros este mes de septiembre.
Como consecuencia del encarecimiento generalizado de los precios, los consumidores admiten notar cómo disminuye a pasos agigantados su poder adquisitivo. Un 44% indica que ya no ahorra tanto como antes, mientras que 41% tiene cada vez más dificultades para llegar a fin de mes; y a un 15% ya no le alcanzan los ingresos para hacer frente a los gastos mensuales.
El gasto semanal de los hogares se dispara un 15% tras las vacaciones (+11 euros) y alcanza una media de 84 euros
El aceite de oliva es, con diferencia, identificado como el producto más caro de su cesta de la compra. En segundo lugar, se sitúa la fruta y la verdura, que siendo percibidos como productos caros, al igual que la carne. Más allá de los descuentos y las promociones, muchos se ven obligados a renunciar a productos como el pescado fresco o a reducir su consumo de frutas y verduras frescas. Además, un 30% ha comenzado a ahorrar en productos cárnicos y a optar por pollo y pavo, en lugar de ternera o cerdo.
En cuanto a los productos no alimentarios, los consumidores apuntan a los cosméticos para la higiene personal (champú, jabón, gel de ducha, pasta de dientes, cremas etc.) como los que más han subido, seguidos del papel higiénico y otros papeles para el hogar, además de los productos de limpieza del hogar.
A la hora de hacer frente a las alzas de precio, los consumidores apuestan en gran medida por las marcas del distribuidor (MDD). Además, un 80% utiliza métodos de pago sujetos a programas de reembolso o cashback.