Mientras en esa misma comunidad miles de personas se han manifestado en contra del Gobierno y su presidente, otros pocos miles de funcionarios han protestado por el abandono en el que se encuentran y otros miles de ciudadanos han visto como la Renfe, ese instrumento del Ejecutivo que dirige el ínclito Puente, el gran voceras de Sánchez, es incapaz de transportar rodenamente a los pasajeros creando miles de problemas, para que lo peor de todo es que se muestran incapaces de dar soluciones y para colmo mienten como bellacos echando las culpas a un pobre ciudadano de los desastres de su gestión.
Así las cosas y con esta serie de problemas encima de la mesa, lo único que se les ocurre es meterse con Ayuso, como si la presidenta de Madrid fuese culpable se sus errores y torpezas que cada vez son mas y de mas calado.
Así y siguiendo las instrucciones emanadas del complejo monclovita el ministro López y la voluntariosa vocal del Comité Organizador del 41º Congreso Federal del PSOE, López, han exigido la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, por querer «tapar sus múltiples escándalos», entre los que ha citado su vivienda, su gestión de la pandemia y «la presunta corrupción de su número tres», Millán, vicepresidenta de la Asamblea y vicesecretaria de Organización del partido a nivel regional.
Es decir, la personificación misma de la corrupción.
¿Alguien les ha dicho a toda esta recua de personajes inútiles que gobernar es gestionar los recursos de los ciudadanos y dejarse de tonterías?
Porque el problema es que mientras se dedican a perder el tiempo pasa lo de Renfe y eso porque nos enteramos de ello al sufrirlo en propia carne, pero de los demás desafueros que cometan es mas que probable que no nos enteremos y solo veamos los resultados cuando ya sea tarde para corregir los problemas.
Eso si puede que el señorito este contentísimo y satisfecho del rendimiento de sus boys, pero los ciudadanos de a pie puede que las pasemos canutas.
Y eso, ¿Qué le importa a don Pedrito? Pues nada.