Y no solamente no le convence sino que además le crea problemas de todo tipo, incluidos los de conciencia, aunque para algunos eso es lo de menos, porque el personaje no parece tenerla.
Sin embargo, algunos expertos coinciden en señalar en que el vilipendiado personaje si tiene conciencia, o al menos algún valor. Como prueba de ello aducen, precisamente, que si careciese totalmente de valores no se preocuparía, ni tan siquiera de la familia. Lo cual no deja de ser cierto, pero lo que habría que valorar es hasta donde llega ese grado de preocupación, ese nivel de defensa de los valores familiares que de alguna manera están siendo atacados en opinión de determinadas áreas de expertos en politología.
Pero volvamos al principio, ¿Quién y cómo se termina esta larga historia en la que día que pasa, día que añadimos algún fleco a la ya de por si curiosa situación de un presidente con todo su entorno mas intimo enmerdado en líos de trafico de influencias y utilización de los recursos del Estado en beneficio propio?
Porque ponerle punto y final a toda esta maraña de intereses que en nada ayudan a gestionar el complicado entramado de un Estado no va a ser fácil, ni tan siquiera si el protagonista del entuerto desapareciese del mapa.
Y es que son de tal volumen los intereses mezquinos que en unos pocos años se han acumulado en torno a eso que se ha denominado “Moncloa” que resulta difícil saber por donde empezar y de que hilo tirar, porque de ello depende llegar a la solución final o dejar la madeja a medio desenrollar y provocar el efecto no deseado, el enquistamiento en el propio centro del poder de problemas no solucionados, compromisos no cerrados o incluso deberes no ejercidos, además de ocultados.
Los meses que se avecinan con el desarrollo cada vez mas complejo de las actuaciones judiciales contribuirá a desenmarañar algo de la trama, pero no terminara de solucionar muchas de las situaciones en las que han desembocado muchos temas mal gestionados y que están provocando un mal social concreto y determinado como ocurre, por ejemplo, en el sector de la energía o en el ámbito de la Justicia.