La compañía comienza así a cerrar un periodo de gran volatilidad en el que se vio inmerso en los últimos años tras el estallido de la pandemia de coronavirus y, posteriormente, por la crisis de suministros y de energía y por la guerra de Ucrania.
«Hemos ejecutado proyectos con mayor rentabilidad y encontramos un entorno de costos estable, lo que significa que hemos mejorado significativamente nuestro desempeño en comparación con el año anterior. Después de varios años de alta volatilidad y fluctuaciones, ahora esperamos una tendencia de ganancias y márgenes más estables», defiende el consejero delegado del grupo Nordex, José Luis Blanco. Los ingresos en el primer trimestre crecieron un 29%, hasta los 1.574 millones de euros, con un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 52,1 millones de euros, frente al resultado negativo de 115 millones del año anterior, arrojando un margen del 3,3%, en contraste con el negativo del 9,4% de hace un año.
El grupo instaló 227 turbinas eólicas en 13 países con una producción agregada de 1.103 megavatios (MW), el 71% en Europa, el 19% en América Latina y el 10% en el resto de los mercados mundiales en los que opera.
La entrada de nuevos pedidos (excluido el segmento de Servicios) creció hasta los 1.765 millones de euros, alcanzando una cartera total de proyectos de 7.300 millones de euros, a los que se suman otros 3.800 millones de Servicios, es decir, más de 11.100 millones de euros en total.
A finales de marzo de 2024, Nordex tenía efectivo y equivalentes de 661 millones de euros, un 29% menos, y una posición de efectivo neta de 359 millones de euros, un 43% inferior.