«La tasa de política monetaria probablemente se mantendrá en el 4,5% hasta fin de año», ha señalado la gobernadora del organismo noruego, Ida Wolden Bache, «antes de recortar gradualmente a partir del primer trimestre de 2025». Como señala el Comité de Política Monetaria y Estabilidad Financiera del Norges Bank, la inflación ha disminuido notablemente desde su nivel máximo, pero la inflación subyacente no ha disminuido en la misma medida. Además, se espera que el rápido aumento de los costes empresariales y la depreciación de la corona frenen una mayor desinflación.
Por ello, considera que sigue siendo necesaria una política monetaria restrictiva para reducir la inflación hasta el objetivo en un plazo razonable.
El Comité reconoce que «le preocupa la posibilidad de que, si se reduce el tipo de interés de referencia prematuramente, la inflación se mantenga por encima del objetivo durante demasiado tiempo». Mientras que, por otra parte, una política monetaria excesivamente restrictiva «podría contraer la economía más de lo necesario».
El Norges Bank pronostica que la inflación se acercará al 2% hacia finales de 2027 y prevé que el crecimiento económico repunte ligeramente en los próximos años. «Existe incertidumbre sobre la evolución futura de la economía noruega», destacan.