Argentina cerró el mes de agosto con un IPC del 236,7% interanual y un acumulado en lo que llevamos de año del 94,8%, según los recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El presidente pronunció un discurso de más de 40 minutos y además fue retransmitido por cadena nacional a todo el país. Resulta inédito porque, normalmente, es el ministerio de Economía quien presenta las cuentas públicas.
La elevadísima inflación es uno de los grandes problemas estructurales que padece la economía argentina, pero el objetivo de Javier Milei es situarla en el 1% mensual antes de que finalice el año, aunque los expertos ven este objetivo bastante lejano. Son varios los que coinciden en que el proceso de desinflación se ha estancado en el 4%.
En líneas generales, sí que creen que a lo largo del año el IPC caiga de forma abrupta en los próximos 12 meses, hasta el entorno del 44,7%, según una encuesta realizada por el Banco Central de Argentina. En concreto, esperan que la inflación anual en 2024 caiga hasta el 122,9%. En cuanto al crecimiento, el libertario anunció que para 2025 espera que la economía de Argentina se expanda un 5%, por encima del 3,5% pronosticado por los economistas encuestados por el Banco Central y el FMI. Uno de los aspectos más destacados del plan de Milei para combatir la inflación está en la proyección del tipo de cambio oficial. En concreto, prevé que termine en 2025 en 1.207 pesos por dólar, lo que muestra una depreciación de la moneda local similar al ritmo actual del 2% mensual que controla el gobierno.
El equipo económico del presidente continúa con la senda del «déficit cero» al mismo tiempo que pidió a los gobiernos de las provincias que hiciesen un ajuste fiscal de 60.000 millones «para cumplir con el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PIB», dijo el presidente. En concreto, Milei dijo que «la piedra basal» de estas cuentas es «la primera verdad de la macroeconomía, una verdad que durante muchos años ha sido relegada en Argentina: el déficit cero», así comenzó su discurso ante la Cámara. También destacó la importancia de «terminar con el déficit fiscal, bajar el gasto público, eliminar impuestos y confiar en el ejercicio de la libertad» para llegar a «la estabilidad económica».
Así, según las cuentas oficiales, el Gobierno de Argentina prevé un superávit de 192.334 millones de pesos (unos 18 millones de euros al cambio oficial) y un cálculo corriente de 114.000 millones de pesos argentinos. En cuanto al gasto público, proyectan un importante recorte hasta los 8.500 millones de pesos. Así, el superávit fiscal remataría el próximo ejercicio en el 0,4% del PIB, con un consumo que se está desplomando a marchas forzadas. En lo que va de año cayó un 1,5%, según las cámaras empresariales. Todo esto cuando el país cuenta ya con un índice de pobreza superior al 50%.
Pero Milei fue muy claro: «Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal, porque no vamos a ser cómplices de estafar al pueblo argentino para tomar una medida populista». Reiteró su mantra de que «gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad». Este anuncio se hace después de que vetase la ley de reforma de la jubilación bajo el argumento que era un «gasto exorbitante» que ponía en riesgo el equilibrio de las cuentas del país. También dijo que haría lo mismo con la ley de financiación de las universidades, que fue sancionada por el Senado la semana pasada. Esta ley propone aumentar los fondos y actualizarlos en función del IPC.