Lo que ha atribuido a la energía, a pesar de que su tasa se colocó en el 3,2% y se mantuvo netamente por debajo de la media del 5,8%. Sin embargo, la OCDE ha estimado que para el conjunto de sus miembros la inflación creció una décima respecto a febrero. La variación interanual de los precios de la energía ha sido positiva por primera vez desde abril de 2023, con un aumento del 0,6%, frente al descenso del 0,5 % un mes antes.
Los mayores incrementos en términos relativos en la inflación en marzo se han producido en Turquía (1,4 puntos, al 67,1%), Letonia (cinco décimas, al 0,9%), España (cuatro décimas, al 3,2 %), e Italia (cuatro décimas, al 1,2 %). La inflación española se mantuvo por encima de la zona euro, que por su parte, bajó dos décimas al 2,4%. En siete países de los 38 de la OCDE se situó por debajo del umbral del 2 %. Uno de ellos fue Costa Rica, que un mes más fue el único con una tasa negativa (-1,2 %, tras -1,1 % en febrero). Las tasas más elevadas, aparte de la de Turquía, han sido las de Colombia (7,4 %, pese a que bajó tres décimas) y México (4,4 %, como el mes anterior).
Si la energía tuvo en marzo un efecto inflacionista, los alimentos han contribuido a reducir la presión, ya que el alza interanual de los alimentos fue en marzo del 4,9 %, cuatro décimas menos que en febrero. En el G20, la inflación en marzo se mantuvo estable en el 6,9%, con descensos en cuatro de las grandes economías emergentes que son Brasil (seis décimas, al 3,9 %), China (seis décimas, al 0,1 %), Arabia Saudí (dos décimas, al 1,6 %) y Sudáfrica (dos décimas, al 5,3%.
Por el contrario, los precios han aumentado en Indonesia (tres décimas al 3,1 %) y, sobre todo en Argentina, hasta el 287,9 %, frente al 276,2 % un mes antes.