El pacto llega precisamente cuando el partido de Puigdemont baraja romper relaciones con los socialistas por no haber avances en ninguna de sus demandas. «Nuestros dos gobiernos han acordado hoy abrir un diálogo con el objetivo de encontrar una respuesta a la solicitud española de que sus lenguas cooficiales distintas al español sean reconocidas como oficiales en la UE de forma que sea aceptable para todos los estados miembros», reza el comunicado conjunto rubricado por España y Alemania.
Alemania era hasta ahora uno de los países reticentes a incluir el catalán, el euskera y el gallego en el reglamento lingüístico de la UE, un paso para el que es necesaria la unanimidad de los 27 Estados miembro.
«La incorporación de dichas lenguas constituye una parte esencial de la identidad nacional plurilingüe de España. Por ello, hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión de los 27 Estados Miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales», continúa el escrito.
El diálogo bilateral comenzará «a la mayor brevedad», refleja el escrito, que no fija ninguna fecha concreta en la que se reunirán los respectivos ministros de Asuntos Exteriores. Desde Moncloa han reivindicado tras el anuncio que «el Gobierno no ha dejado de mostrar su determinación para avanzar hacia la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego».
La última ocasión en la que este asunto se discutió en el Consejo de Asuntos Generales de la UE, el pasado 18 de julio, el país germano encabezó el bloque de cerca de una decena de países que mostró reticencias a la oficialidad del catalán y resto de lenguas cooficiales por las dudas legales y financieras que les suscitaba.
El encargado de defender la propuesta española, el secretario de Estado para la UE, Sampedro, mantuvo un debate, tenso por momentos, según indicaron entonces distintas fuentes, con el ministro para Asuntos Europeos alemán, Krichbaum, que defendió que sería necesaria una reforma de los Tratados para asegurar la base legal de la oficialidad del catalán, euskera y gallego.
En esa ocasión España chocó con la negativa de la UE por séptima vez desde que puso este asunto sobre la mesa en el año 2023, después de que PSOE y Junts firmasen un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez que incluía esta condición.
Por su parte, en septiembre el asunto volvió a salir durante la visita oficial que hizo el canciller alemán, el conservador Friedrich Merz, a La Moncloa. Sánchez le pidió apoyo y su homólogo se mostró comprensivo pero dijo que «tendrán que ver» como se resuelve. El alemán apuntó además a una posible solución basada en la inteligencia artificial, consciente sin embargo de que el desarrollo de esta tecnología todavía llevaría tiempo. «Creo que a medio plazo podría haber una muy buena solución porque gracias a la inteligencia artificial ya no necesitaremos a intérpretes. Vamos a poder entender y poder hablar en todos los idiomas de la Unión Europea, aunque todavía pasará un poco de tiempo», sostuvo Merz.
El acuerdo llega justo un día después de que Junts anunciase la convocatoria de una consulta a sus militantes para decidir si rompe relaciones con el PSOE. Asimismo, el próximo lunes 27 de octubre, el expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, reunirá a la directiva del partido en Perpignan (Francia) en pleno pulso con los socialistas. Según el orden del día de la convocatoria, en la reunión se hará un balance del acuerdo de Bruselas y se abordará las «acciones a emprender» al respecto.
Además, se prevé que el encuentro se pueda alargar a lo largo de todo el día dado el estado de las relaciones de Junts con los socialistas.
