«Al ser la oferta (de BBVA por Sabadell) en acciones y no en efectivo, esta ampliación de capital de BBVA en acciones de nueva creación es necesaria para poder seguir adelante con el conjunto de pasos regulatorios requeridos, de tal forma que BBVA tenga acciones disponibles para ofrecer en canje a los accionistas de Banco Sabadell que así lo deseen», ha explicado Olui. Sin embargo, al mismo tiempo ha querido dejar claro que los accionistas de Sabadell no tienen nada que decidir aún y que, «en ningún caso se está decidiendo ahora en la citada Junta Extraordinaria nada que presuponga un posible éxito de aceptación de la OPA, ni presupone decisión alguna por parte de los accionistas que pudieran serlo de ambas entidades». Oliu ha aclarado que será en el momento en que se abra el plazo de aceptación de la OPA cuando el accionista de Sabadell tenga que decidir. «No se sabe cuándo esto se va a producir pero, por la complejidad de los procedimientos en curso, se estima que pueda ser a finales de 2024 o incluso en 2025», ha dicho.
Eso sí, ha destacado que al inicio del plazo de aceptación el Consejo del banco emitirá un informe en el que valorará la oferta y manifestará su recomendación a los accionistas. «Para que ello sea posible y los accionistas de Banco Sabadell puedan tener información ponderada y suficiente para su toma de decisión, será necesario que BBVA publique de forma clara, transparente y completa todos aquellos elementos que puedan tener una implicación en el valor ofrecido, al ser las acciones de BBVA de nueva emisión las que constituyen el precio de la oferta», ha explicado.
En concreto, Sabadell analizará en este informe varios aspectos que estima necesarios para la valoración de la oferta. Como ha detallado, son cinco puntos. En primer lugar, los impactos financieros detallados en la oferta tanto en la hipótesis de fusión posterior de ambas entidades como en el supuesto de ausencia de la misma.
En segundo lugar, las sinergias esperadas en cada caso así como los costes de reestructuración asociados a las mismas y su impacto en capital. En tercer lugar, las pérdidas de negocio estimadas, especialmente en el segmento de las pymes. Cuarto, los impactos de capital esperados como consecuencia de, por un lado, las posibles rupturas de acuerdos comerciales o ‘joint ventures’ que el banco tiene con terceros y, por otro lado, los impactos que pudiera tener las carteras de bonos y crédito como consecuencia de los ajustes de valoración requeridos (‘fair value adjustments’).
Y, por último, en quinto lugar, las condiciones de competencia que pudiera imponer la CNMC relevantes para el valor de la oferta, así como restricciones adicionales que pudiera haber por parte de instancias gubernamentales.
Oliu ha querido terminar la carta poniendo de manifiesto su «compromiso y el del banco» para que los accionistas puedan recibir la información «más adecuada y completa con el fin de que puedan tomar libremente sus decisiones». Igualmente, ha reiterado que, «en el momento actual, no están obligados ni hay decisión alguna a tomar con respecto a la OPA». «Espero que esta carta haya sido esclarecedora y en este sentido procuraremos mantenerle informado de forma regular y oportuna durante este proceso. Al mismo tiempo quiero ponerles de manifiesto el compromiso y la extraordinaria dedicación del equipo del banco para conseguir los mejores resultados este año y para garantizar la máxima generación de valor para los accionistas en el largo plazo», ha concluido su comunicación el presidente de Banco Sabadell.