Concretamente, ha llevado a cabo la operación a través de su brazo inversor Pontegadea, que ha cerrado la operación con los propietarios del inmueble, la aseguradora Mapfre y Manova Partners (antes GLL Real Estate Partners). El edificio, que se convierte en la segunda adquisición que hace el empresario en Luxemburgo, está alquilado por el despacho de abogados Clifford Chance Sus anteriores propietarios se hicieron con el en 2020 y pagaron 60 millones de euros a través del fondo Stable Income European Real Estate Fund (SIEREF Manova 1). El importe de la operación actual, en la que han contado con el asesoramiento de JLL, se desconoce.
El inmueble está ubicado en el centro de negocios de la ciudad, concretamente, en el número 10 del bulevar Grande-Duchesse Charlotte y cuenta con unos 5.200 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas. Con esta operación, Ortega demuestra que ha regresado su confianza en el mercado de las oficinas, ya que en los últimos años había centrado sus inversiones en otros segmentos como el logístico y el residencial.
Según explica Manova Partners, el edificio se encuentra actualmente en un proceso de reforma de sus interiores, que comprende también la ampliación de la escalera, la instalación de una cubierta de cristal sobre el atrio para mejorar la eficiencia energética, una central de tratamiento de aire y una central de refrigeración adicionales en la cubierta y la instalación de paneles solares en la cubierta y estaciones de carga eléctrica en el aparcamiento. «El proyecto mejorará la huella de carbono del activo de acuerdo con los objetivos de Carbono Neto Cero 2030 y sus credenciales ESG. El objetivo era cumplir con los requisitos ESG de los inversores principales y reposicionar el activo con un contrato de arrendamiento recientemente renovado para su venta», explica Christian Göbel, codirector ejecutivo de Manova Partners.
Con esta operación, Ortega refuerza su presencia en el país centroeuropeo, ya que el año pasado adquirió otro inmueble de oficinas por un importe de 165 millones de euros. Así, se hizo con el edificio llamado Royal Park, que tiene una superficie de 10.000 metros cuadrados y pertenecía al fondo de inversiones belga Baltisse/Balcaen.