Pascual Gómez-Cuétara, ha marcado una meta ambiciosa para el grupo alimentario que se ha fijado alcanzar los 1.000 millones de euros de facturación en 2026, lo que supone adelantar este objetivo previsto ya en los planes de la compañía.
En concreto, el grupo alimentario superó los 910 millones de euros de facturación en 2023, según ha indicado su presidente, si bien las cifras de los resultados del ejercicio se confirmarán en los próximos días, lo que puede suponer un crecimiento aproximado del 10% respecto a 2022. El presidente de Pascual ha reconocido que la inflación ha influido en los resultados, aunque «ya empieza a estar más controlada», pero ha subrayado que el grupo va «por delante» del plan en el que la firma se marcaba como objetivo rebasar los mil millones en ventas. En ese sentido, ha confiado en que esa facturación se consiga de aquí a dos años, «en 2026…si no en 2025»: «Trabajaremos para que ocurra».
Los desafíos principales serán captar al consumidor, que ahorra y que ha perdido poder adquisitivo, así como superar la competencia de la «marca blanca» o «marca de distribuidor» mediante la innovación. Pascual, empresa familiar referente en el sector de la alimentación y las bebidas, nació en 1969 en Aranda de Duero (Burgos), está implantada en toda España y exporta o tiene presencia en 64 países. Cuenta con una gama de 200 productos, 7 plantas, 27 delegaciones comerciales y más de 2.300 empleados, que comercializan marcas como Pascual, agua natural mineral Bezoya, bebidas vegetales Vivesoy, Bifrutas, zumos Essential, café Mocay y café Jurado; a través de Pascual Profesional ofrece un servicio para la restauración.