Aunque desde el Gobierno se asegura que «no hay una decisión tomada», sí que admiten que, en principio, solo hay dos vías para ejecutar la operación: una inyección de capital o un incremento de la deuda. Y el problema es que la Sepi tiene complicada esta segunda opción.
En su último informe sobre la gestión del holding público, de pasado mes de octubre, el TCU deja claro a la Sepi que debe «evitar que el número y volumen de las operaciones de crédito y préstamo no canceladas crezca de manera continuada en el tiempo, lo que facilitaría la gestión y podría permitir obtener ahorros en los costes financieros». El Tribunal considera que «sería conveniente que la Sepi estudiase la viabilidad de utilizar otros instrumentos financieros (como emisiones de deuda o préstamos sindicados, entre otros) para la financiación de su actividad en el largo plazo», algo que, de hecho, el hólding que preside Belén Gualda ya ha puesto en marcha. De hecho, en el informe se explica que se están estudiando vías alternativas de financiación, sin descartar incluso la posibilidad de una emisión de deuda, algo que el consejo de administración aprobó ya en 2020 pero que hasta ahora no se ha puesto en marcha. Lo que sí que ha rechazado es la posibilidad de un posible préstamo o crédito sindicado, dado que cuenta, según dice, «con un pool bancario lo suficientemente extenso para obtener volúmenes importantes de financiación, poniendo en concurrencia a las entidades». La deuda del holding se ha multiplicado por diez desde 2016, pasando de 300 millones a 3.040 millones de euros, «fundamentalmente por operaciones de préstamo y créditos con entidades financieras». Lo grave para el Tribunal de Cuentas es que «pese a la importancia cuantitativa de las operaciones de endeudamiento, la Sepi no ha contado con un procedimiento escrito regulador de tales operaciones hasta el 11 de mayo de 2023». Por eso, se muestra tajante y advierte que «dadas las necesidades de financiación de los últimos ejercicios y las previsibles para ejercicios futuros, se considera necesario que Sepi cuente con unas normas internas aplicables a las operaciones de endeudamiento que pueda concertar, aprobadas por su consejo de administración, en las que se fijen los mecanismos, normas y procedimientos para la búsqueda, selección mediante criterios tasados, adjudicación a las mejores ofertas y formalización de dichas operaciones». Con el fin, además, de ahorrar costes, el TCU considera que sería importante que «la Sepi contara con instrumentos flexibles de financiación que le permitieran, en todo momento, aplicar los excedentes de tesorería existentes».
Según queda reflejado en el informe del TCU, a partir de ahora, y antes de volver a endeudarse, en caso de optar por dicha vía para entrar en Telefónica, la Sepi deberá llevar a cabo así la realización de un análisis de mercado y de su situación financiera , destacando además la importancia de obtener las autorizaciones pertinentes y aprobar unos criterios de valoración de las ofertas.